Qué número de legisladores espera sumar Cambiemos

Tiene sentido, dado los protagonistas de la contienda, mas resulta curioso que tratándose de una legislativa se pase por alto la cuestión de fondo de estas elecciones: la cantidad de legisladores que obtendrán oficialismo y oposición en cada una de las cámaras, y de ahí a cómo será el Congreso a partir del 10 de diciembre.

También tiene sentido que así sea, pues desde hace tiempo propios y extraños saben que, cualquiera sea el resultado, el futuro Parlamento no diferirá en gran medida del actual. Así gane el oficialismo con amplitud, o no le vaya bien en las elecciones.

En cualquier caso, Cambiemos tendrá una composición más numerosa en ambas cámaras, mas seguirá estando lejos de tener quórum propio.

Un centenar de diputados es lo que esperan las principales espadas del oficialismo tener a partir de diciembre, según confiaron a este medio. En el Senado, con suerte serán 25, bastante exiguo en una Cámara de 72 miembros, pero mucho mejor que en la actualidad, cuando el interbloque oficialista suma apenas 17 miembros, incluyendo dos aliados.

En la Cámara baja Cambiemos tiene hoy 86 diputados, de los cuales 41 son del PRO y 36 de la UCR. 89, si sumamos a aliados permanentes. De esa bancada tienen dos años más de mandato 28 diputados del PRO, 16 de la UCR, dos de la CC, uno del bloque del Bicentenario y el puntano Claudio Poggi. Esto es, 48 diputados siguen, el 54% de los que hoy tiene el oficialismo.

Como dijimos, la provincia de Buenos Aires tiene su importancia por los nombres propios que ahí juegan, pero también por la cantidad de escaños en disputa.

Y así le vaya mal, tiene todo por ganar, pues expone apenas tres escaños, contra 35 en juego -dos radicales y una diputada del PRO-. Si Cambiemos repitiera la elección de 2015, en la que obtuvo un 33,75% -parecido a lo que anticipan las encuestas-, se alzaría con 12 diputados, que es lo que estiman hoy como mínimo en el gobierno. Y si le fuera mejor y cosechara el resultado que el FpV logró al ganar en esa misma elección (37,28%), podría llegar a 14 diputados. Como se ve, en cualquier caso ganará por lo menos una decena más de legisladores.

En la Ciudad de Buenos Aires, el PRO expone 5 bancas, la UCR una y la CC dos. Si repitiera el resultado de 2015, cuando se elegían en ese distrito 12 bancas en lugar de 13 como ahora, el 45,8% le valió a Cambiemos 6 escaños, la hipótesis de mínima actual. Pero un 34,46% como el que registró en 2013 le significaría 5 escaños. En cualquier caso, por más que se prevé que el oficialismo tenga allí una muy buena performance, arriesga nada menos que 8 bancas. Compensará con la lista de Martín Lousteau, que podría sumar uno o dos diputados para el futuro interbloque Cambiemos.

En Catamarca expone dos bancas, sobre tres en juego, y tratándose de una provincia opositora es probable que Cambiemos obtenga un solo escaño, perdiendo uno de los dos que expone.

En Córdoba hay 9 lugares en juego, exponiendo Cambiemos 4 bancas. Si repitiera el 49,83% de 2015, ganaría 5; si lograra un 35%, obtendría una menos.

En Corrientes expone dos diputados de los tres en juego y la expectativa es mantener los dos lugares. En Chaco hay 4 bancas en disputa, una de ellas de la CC, previéndose que el oficialismo al menos retenga ese lugar.

En Chubut hay dos bancas en juego, ninguna del oficialismo, que podría quedarse con las manos vacías. En Entre Ríos, arriesga un escaño. Si repite el 41,11% de 2015, podría alzarse con dos lugares.

Formosa, donde el oficialismo suele ganar con amplitud pero la minoría mantiene una representación, es seguro que Cambiemos se quedará con una de las dos bancas en juego.

Jujuy es otra de las provincias que ilusionan al gobierno y donde espera hacer un 2-1, reteniendo los dos diputados que expone.

En cambio en La Pampa arriesga dos diputados y tendría que ganar allí para retenerlos. Con tres lugares en juego, lo más probable es que Cambiemos pierda una representación.

En La Rioja, pase lo que pase se espera que Cambiemos obtenga una de las dos bancas en juego.

Mendoza es otra de las provincias grandes gobernadas por Cambiemos. Expone dos bancas y se espera que gane tres. En Misiones, arriesga dos diputados; como hay tres en juego y lo más probable es que gane el frente que allí gobierna, Cambiemos perderá uno.

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En Neuquén no arriesga nada y de tres diputados Cambiemos espera ganar uno. En Río Negro no arriesga nada y en el mejor de los casos podría quedarse con una de las dos bancas que se reparten.

Tres escaños se ponen en juego en Salta, uno de Cambiemos, que espera retenerlo.

En San Juan también se disputan tres lugares, uno correspondiente al PRO, que lo retendrá.

También hay tres lugares en disputa en San Luis, uno de Cambiemos, que espera mantener ese lugar. En Santa Cruz se disputan tres escaños, dos de ellos del radicalismo. En la situación que está hoy la provincia de los Kirchner, el oficialismo confía en un 2-1.

En Santa Fe se juegan 9 bancas, y Cambiemos arriesga 5, un número muy difícil de conseguir en las actuales circunstancias. Cuatro sería una perspectiva optimista, si sumara poco más del 30%.

Sin expectativas en Santiago del Estero, donde suele ganar el Frente Cívico local, podría sumar en Tierra del Fuego Cambiemos, donde con apenas el 18,61% ganó una banca en 2015. Hay dos en juego y el gobierno no arriesga ahora ninguna. El objetivo será ganar una banca.

Por último, en Tucumán hay 4 lugares en disputa, esperándose un reparto equitativo.

Con el cálculo que acabamos de detallar, el oficialismo podría conseguir alrededor de 51 diputados, por lo que elevaría su número a 99. Aún lejos de tener quórum propio (129), pero bastante mejor que en la actualidad.

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Los números del Senado

En la Cámara alta el oficialismo está en franca minoría. Hay allí 9 radicales, 6 del PRO y dos aliados como el sanjuanino Roberto Basualdo y el santafesino Carlos Reutemann. Total, 17 senadores, de los cuales solo a 4 se les vence el mandato. La mejor noticia de Cambiemos en el Senado es que pone poco en juego y en consecuencia tiene mucho por ganar.

Comenzando por la provincia de Buenos Aires, donde de los tres senadores que se van, ninguno es del oficialismo. Un triunfo muy probable de Cambiemos sería ganancia pura, aportando dos senadores donde no tiene nada.

En Formosa arriesga un senador y sin antecedentes de derrotas peronistas allí, se conformará reteniendo ese escaño.

Con el radicalismo gobernando Jujuy, la esperanza del gobierno es revertir la actual relación 1-2, ganando en consecuencia una banca más por sobre la que arriesga.

En La Rioja los tres senadores son peronistas, y allí Cambiemos confía en que puede ganar, aunque delante estará Carlos Menem, con lo que ello conlleva. Si el oficialismo se impone, podría sumar dos lugares, y en el peor de los casos, quedarse con uno en un distrito donde no tiene nada. Lo mismo que Misiones, donde Cambiemos aspira a sumar un senador por la minoría, no teniendo allí hoy ninguno.

Mientras en San Juan espera retener la banca que arriesga, en San Luis tiene esa misma expectativa, aunque podría hacer un pleno si el ex gobernador y actual aliado de Cambiemos Claudio Poggi diera el batacazo venciendo a los Rodríguez Saá. En ese caso, Cambiemos ganaría una banca extra.

Lo mismo espera en Santa Cruz, donde confía en una victoria. Arriesga un escaño y ganaría dos.

Así las cosas, Cambiemos podría sumar a partir del 10 de diciembre un total de 25 senadores, que surgirían de sumar 8 nuevos con triunfos en Buenos Aires, Jujuy, La Rioja y Santa Cruz.

Y consiguiendo los senadores por la minoría en Formosa, Misiones, San Juan y San Luis. Si no ganara en Buenos Aires y La Rioja, dos provincias a priori bastante peleadas, conseguiría 23. En cualquier caso, más que en la actualidad, pero aún lejos de un número significativo, por lo que el oficialismo deberá seguir conjugando el verbo consensuar.