La CGT realizó un acto para conmemorar el 65º aniversario de la muerte de Eva Perón y anunció que presentará un proyecto de ley en el Congreso para que sus restos sean trasladados desde el cementerio de la Recoleta hasta la sede de la central obrera, al recordar que ése era su deseo en vida.
Así lo anunció el integrante del triunvirato Carlos Acuña, al brindar un discurso en el acto llevado adelante en las puertas de la entidad de la calle Azopardo, donde se realizó una marcha de antorchas para recordar a la abanderada de los humildes.
Su colega Juan Carlos Schmid fue el encargado del cierre con una exposición en la que reivindicó la figura de Evita y apuntó duro contra la gestión del presidente Mauricio Macri: “Cuando hay un Gobierno de derecha que quiere entronizar la injusticia, es más importante que nunca el legado de Eva Perón”, sostuvo el líder sindical.
El Frente por el Trabajo y la Dignidad Milagro Sala llegó anoche a la sede del Ministerio de Desarrollo Social para sumarse a la marcha de antorchas en homenaje a Evita, en una movilización de la que participaron también trabajadores despedidos de Pepsico y Atucha y la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
“Elegimos recordar a la compañera Evita en el edificio que tiene su figura y en un contexto de políticas de ajuste y trabajadores despedidos como los de Pepsico y Atucha, a quienes Evita les diría ‘mis descamisados’”, sostuvo uno de los organizadores de la marcha.
En el acto de la central obrera, Acuña prometió que “esta CGT va a cumplir el deseo de Eva Perón, quien quería que sus restos descansaran en la casa de los trabajadores. Si le hubieran preguntado en vida lo último que hubiera dicho es que quería descansar en Recoleta. Su deseo era descansar acá”, sostuvo.
De hecho, el cuerpo de Evita se encontraba en el histórico edificio de la calle Azopardo, pero fue secuestrado en los años de la Revolución Libertadora y luego siguió un periplo que incluyó una sepultura como NN en Italia, hasta que finalmente sus restos regresaron a la Argentina y en 1974 fueron ubicados en una tumba en el cementerio de Recoleta, que se convirtió en una de las principales atracciones de los turistas que visitan ese lugar.
El acto incluyó la proyección sobre la fachada de la sede cegetista de un corto sobre la vida de Evita y a las 20:25 (hora en el que se produjo su deceso) se encendió la antorcha ubicada a la altura del segundo piso del edifico y, en simultáneo, se hizo sonar una sirena.
“Nunca te olvidaré, nunca te olvidaré”, repetía entre lágrimas una anciana, sosteniendo una antorcha en sus manos y desafiando al clima hostil que anoche no pudo empañar el recuerdo.i
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