Cristian Jerónimo y Jorge Sola, cosecretarios de la central obrera, aseguraron que no fueron convocados por el Ejecutivo para debatir sobre la iniciativa. Además, se mostraron preocupados por la "desindustrialización" de la Argentina.
Cristian Jerónimo, cosecretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), reafirmó este lunes la postura de la central obrera de no apoyar una reforma laboral que considera “regresiva” y denunció que existe “falta de voluntad” del Gobierno para convocar a un ámbito de negociación.
“Hasta que el Gobierno no convoque y no construya un ámbito de negociación conjuntamente con la parte que representamos los intereses del mundo del trabajo, nosotros no estaremos de acuerdo con ninguna reforma regresiva”, aseveró el dirigente gremial, que además es titular del Sindicato del Vidrio (SEIVARA).
En declaraciones radiales, Jerónimo desmintió la idea de que la CGT se opone sin conocer el contenido de la iniciativa y explicó explicó que la información que tienen sobre los puntos de la reforma proviene de “los bufetes de abogados del sector empresarial”.
Octavio Argüello, Jorge Sola y Cristian Jerónimo, los integrantes del triunvirato de la CGT.
“Son totalmente regresivos (los puntos que impulsa el Gobierno) y nosotros creemos que no acompañan a lo que supuestamente estaría apostando el Gobierno, que es a empujar el crecimiento del trabajo, con la incorporación de trabajo formal”, afirmó. Y luego, expresó la preocupación de la central sindical por la situación económica actual: “Lo que estamos viendo en los últimos días va a contramano de eso; hay cierre de empresas, pérdida de puestos de trabajo y estamos en un momento crítico de la industria”.
Jerónimo subrayó que “la desindustrialización que está sufriendo hoy la Argentina es preocupante” y la atribuyó a la “profunda recesión y la falta de consumo” que afectan a las pequeñas y medianas empresas. “Creemos que podemos aportar en la discusión. Hay algo que está claro, el mundo del trabajo tal cual como lo conocíamos ha cambiado”, dijo e indicó que se debe abordar la posibilidad de generar “ciertas formas o cierto régimen en el cual puedan se puedan incorporar a la formalidad a los trabajadores”.
Sin embargo, destacó la importancia de los convenios colectivos de trabajo como una “herramienta e instrumento que hasta acá ha funcionado muy bien”, y citó como ejemplos “exitosos” los acuerdos plasmados en los sectores del petróleo y la industria automotriz.
La CGT se mostró preocupada por la "desindustrialización que sufre la Argentina".
Por su parte, Jorge Sola, otro de los cosecretarios de la CGT, ratificó que la central obrera no recibió ningún borrador de la iniciativa y que la falta de comunicación con el Ejecutivo genera temor. "¿Será cierto que está redactado? Nosotros no sabemos nada y ante la falta de noticias certeras podemos pensar cualquier cosa", manifestó en una entrevista televisiva.
“Si una institución como lo es la CGT o los empresarios no tienen noción directa sobre lo que se está escribiendo, la verdad que es un problema. Para la clase política es un gran problema, que dice tener la solución, y cosa que dudo notablemente”, agregó.
comentar