Aunque Zaida Mamani estaba acusada de homicidio calificado por el vínculo y por alevosía, durante el juicio no se logró establecer que se encontrara en el lugar del hecho ocurrido en 2019 y que conmovió a toda la comunidad.
La madre de Joselín, Zaida Mamani, que estaba acusada de haber asesinado a su hija de 10 años a puñaladas, fue absuelta por la Justicia de Lomas de Zamora, quien ahora espera que "se haga justicia por mi hijita".
Un jurado popular declaró inocente a la mujer del macabro crimen ocurrido en Longchamps, en 2019, al no haber podido establecer que se encontraba en el lugar. Cabe recordar que el cuerpo sin vida de la víctima fue hallado por su propia madre cuando regresó a su casa, luego de hacer unos trámites.
Durante el juicio, que se desarrolló en el Tribunal Oral en lo Penal (TOC) N° 4, la fiscal Marcela Dimundo acusó por homicidio calificado por el vínculo y por alevosía a Zaida Mamani, de 43 años. Por su parte, la defensa solicitó su absolución por la falta de pruebas. Tras escuchar los alegatos, los doce jurados –ciudadanos comunes– dieron a conocer su veredicto: "no culpable".
«Lo único que espero ahora es que se haga justicia por mi hijita. El culpable tiene que ser juzgado. Les quiero agradecer a mis compañeras que me hicieron el aguante, es algo que no voy a poder pagar nunca», dijo la mujer tras su absolución.
«Estamos seguros por su inocencia, porque siempre la verdad sale a la luz, costó porque no había unanimidad en el tribunal, pero el fallo salió favorable», dijo una de las abogadas de Zaida, Gilda Mancuello, quien ejerció la defensa junto con Ernesto Flores.
Cabe recordar que Joselin Mamani murió al recibir cerca de 50 puñaladas en un hecho en el que, en un momento, estuvieron sospechados dos hombres que mantuvieron una relación sentimental con la madre de la víctima.
El 7 de enero de 2019, Zaida Mamani salió de su casa para ir al banco, en la localidad de Longchamps, donde vivía. Su hija Joselin, de 10 años, quedó en su vivienda del barrio 14 de febrero. Cuando regresó encontró la puerta abierta ya la niña muerta, en un charco de sangre. La entrada no había sido forzada y no faltaba nada en la vivienda.