Los despedidos de la planta de la firma Gaelle en Piñeyro, junto a sus familias y con el apoyo de organizaciones, decidieron en asamblea pasar del acampe frente al edificio de Mario Bravo al 1900 a una “toma pacífica” del establecimiento, mientras se espera que en el Ministerio de Trabajo regional se instale una mesa de negociación para saber si los responsables de la fábrica se avienen a reabrirla o pagan las indemnizaciones.
Con más de 90 días de conflicto tras la llegada de los últimos 50 telegramas, la ocupación fue calificada “por tiempo indefinido” hasta que reciban una respuesta o de los dueños, o intervención estatal.
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Por su parte, la familia López dueña de la empresa, emitió un comunicado donde manifestó que “siempre hemos apostado a seguir trabajando y apostamos por la conservación de los puestos de trabajo, aún resignando rentabilidad, lo que único que sabemos es trabajar”.
Los trabajadores se vieron sorprendidos, y sólo esperan soluciones antes de dejar las medidas de fuerza.