Berazategui sufrió un duro tropezón en su excursión a Rosario

El Naranja disputó un compromiso con mucha paridad, con un equilibrio notable en el mediocampo y escasas situaciones de gol. Así fue que parecía que no se iban a sacar ventajas con el Charrúa, pero todo se trastocó sobre el final, con un grito del anfitrión que dejó al club de la región con las manos vacías.

Así, el rival pudo aprovechar su condición de dueño de casa para sentenciar un halago y por eso se elevó en el registro, con 14 unidades.

Por lo pronto, el club de la región fue el que abrió la cuenta. Fue con la firma en la red de Matías Flores, al promediar el primer capítulo, con una definición estelar que dejó sin respuestas al arquero del contrincante. Sin embargo, el que estaba delante logró empardar el trámite rápidamente gracias al tanto de Agustín Príncipe, poco antes del cierre del primer tiempo.

Ese fue un golpe notable para Bera, que creía tener las riendas del juego y terminó sufriendo la incapacidad para aumentar la cuenta, lo que derivó en afrontar un complemento con serias dificultades, dada la capacidad de los santafesinos de avanzar a paso firme para ganar.

Aún así, se dio un ciclo con cierta calma, que parecía devenir en un empate, lo que conformaba a los comandados por Marcelo Barrera. Pero Central Córdoba entendió por dónde lastimar y ganó. Fue por Facundo Marín, que propició una definición óptima y brindó los tres puntos al local para que los hinchas disfruten.

Ahora el Naranja, que venía de derrotar en su campo a Mercedes, deberá revalidar credenciales en el Norman Lee para que este golpe resulte pasajero. El trámite no se percibirá sencillo, con Puerto Nuevo como rival, que sabe sacar provecho de los nervios ajenos, por lo que Bera no se podrá dormir y requerirá sacar rédito de su condición de anfitrión.