Concientizan sobre la utilización de la calefacción para prevenir accidentes en el hogar

En ese sentido, se brinda información sobre la correcta calefacción de los ambientes, el mantenimiento de los equipos, así como las pautas de alarma ante posibles casos de intoxicación por monóxidos de carbono.

"Al momento de realizar el encendido de nuestros elementos de calefacción hay que corroborar que la llama sea de color azul", advirtió el sargento Nahuel Ree del cuerpo de bomberos local. Además, remarcó que "hay que evitar dejar encendidas las estufas u otros elementos de calefacción al retirarnos de nuestras casas".

En épocas invernales, aumenta el número de casos de intoxicación por inhalación de monóxido de carbono, una problemática directamente asociada al uso incorrecto de elementos de calefacción domiciliaria.

Ante un posible escenario de este tipo, Diego Villagra, médico generalista (matrícula profesional 119652), destacó que es importante estar atento a la aparición de síntomas tales como "cansancio, sueño, dolor de cabeza, visión borrosa, palpitaciones, dificultad para caminar o hablar". En todos los casos, se deben abrir rápidamente puertas y ventanas, y asistir de inmediato al médico más cercano, o llamar al servicio de emergencias.

Desde la empresa Metrogas, que abastece a más de 2 millones de hogares en el Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), señalaron que en nuestro país se reportan 40 mil casos de intoxicación por monóxido de carbono cada año y fallecen aproximadamente 200 personas por esta causa.

En ese sentido, advirtieron que hay tres errores muy comunes que pueden elevar el riesgo de exponerse a estas situaciones:

Mal funcionamiento de los artefactos porque la ventilación no es la correcta. En vez de haber una llama celeste/azulada pasa a ser naranja/rojiza, sinónimo de que hay una mala oxigenación de la combustión y que se está produciendo una emanación de monóxido de carbono.

Conductos de ventilación que fueron retirados por tareas de pintura o limpieza y que luego fueron mal instalados por falta de conocimiento de la función que cumplen esas instalaciones. La consecuencia es que deja de ser seguro el intercambio de gases con el exterior.

Rejillas de ventilación obstruidas, que también impiden el correcto intercambio de gases con el exterior, por lo que el monóxido se acumula en el interior.