Administraban una estación de servicio y contrataban a empleadas a las que luego les requerían que tuvieran relaciones sexuales con clientes en hoteles alojamiento de Capital Federal.

Un hombre y su esposa fueron condenados a 4 y 3 años de prisión por haber liderado una red que promovía la corrupción y prostitución de mujeres, en tanto que las víctimas eran engañadas a través de ofertas laborales, les pedían fotos de sus cuerpos y luego eran sometidas a los mencionados vejámenes con clientes agresivos y que no utilizaban protección, mientras que una de las denunciantes aportó material en el cual se pueden observar los diálogos con los proxenetas y la violencia con la que se manejaban hacia ellas.

La lucha contra este tipo de tráfico está más vigente que nunca y las autoridades intentan combatir los espacios en los cuales aún existen. Es por ello que se dio a conocer la pena aplicada a un matrimonio que estafaban a jóvenes que buscaban puestos laborales. El sistema perverso funcionó con normalidad hasta que una de las damnificadas decidió hablar y denunció todo lo que sabía, para que no haya más chicas engañadas. Es por ello que tras el respectivo juicio, los culpables ya conocen su sanción.

Los hechos salieron a la luz a mediados de 2022 y los acusados, un matrimonio que vivía en Quilmes, fueron descubiertos gracias a una intensa investigación por parte de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 13, a cargo de la fiscal Andrea Scanga. Su modus operandi era perverso y estafaban a mujeres que necesitaban trabajo. Ellos tenían en su poder una estación de servicio y, a la hora de buscar empleadas, les pedían fotos de costado, frente y dorso, para saber si daban con el perfil que estaban buscando.

Esto lo hacían vía mail y, una vez que se ponían en contacto, de inmediato le enviaban otro correo en el cual les ofrecían un 35 por ciento más del sueldo a cambio de prostituirse en diversos hoteles alojamiento de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Lo mencionado lo explicó una muchacha que era parte de ello y que estaba sufriendo muchísima violencia no solo de sus jefes, sino de parte de los clientes que contrataban el servicio. Según confesó, estaban obligadas a no cuidarse y muchos eran golpeadores.

Aportó los chats, en los cuales los líderes de la red le piden que se acueste con los hombres todos los días de la semana, a pesar de estar enferma, dolorida o lastimada. En tanto, la amenazaban con dejarla sin el puesto de playera en caso de no acceder a lo que le pedían.

En sintonía, un agente revelador perteneciente a la División Análisis Informático de la Policía de la Ciudad, y del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal de CABA, conducido por Juan Bautista Mahiques, se puso en contacto con los proxenetas y logró dar con su paradero. Les realizaron un allanamiento en su vivienda y secuestraron material relevante para la investigación, como teléfonos celulares, chips y computadoras.

Así las cosas, el sujeto fue condenado a 4 años de reclusión, mientras que su esposa recibió 3 años de pena en suspenso por considerarse partícipe secundaria de la red.

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