Denuncian nuevos incendios y más talas en la Reserva Natural Laguna de Rocha

Ante la pasividad del Municipio de Esteban Echeverría en el control y preservación del principal pulmón verde del distrito, la situación fue denunciada por la Asociación Vecinos de Laguna de Rocha ante la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) y el Ministerio de Ambiente de la provincia, que ya derivó el caso a su Departamento de Asuntos Jurídicos.

Los incendios dañaron grandes extensiones frente al Plan Federal de Viviendas, desde el bosque redondo y extendiéndose hasta el espejo de agua. En ese sector es donde se encuentra "el tala Abuelo", un árbol que tiene 200 años de vida, con el que compartían sus días y proezas los Querandíes.

"Ese árbol que debería tener un cartel identificatorio, pero en su lugar está abandonado a su suerte en la Reserva Natural Integral y Mixta Laguna De Rocha", lamentaron quienes ven cómo se destruye todo el acervo cultural, social y ecológico de los echeverrianos.

Desde la entidad denunciante advirtieron que a los incendios se suman la "tala indiscriminada" de grandes árboles históricos de la Estancia El Triángulo. "Están dispuestos a destruir, no sabemos si con fines inmobiliarios de manera organizada, por cazadores o por el vandalismo de la gente que todo el día da vueltas por la reserva sin ninguna vigilancia", expresan en el texto de la denuncia, en el que exigen a las autoridades cumplan con lo dispuesto por las leyes 10.907 y 14.488 y dispongan mayores controles para evitar que el humedal desaparezca.

"El Municipio por estar en territorio tiene que ver la presencia de cazadores incendiarios, rellenos que provocan la formación de asentamientos dentro de la Reserva, desechos cloacales y la acumulación de basura que daña todo el ecosistema. Lo ve la fauna que logra sobrevivir, como mudos testigos que piden nuestra ayuda, para que seamos la voz de los sin voz", expresan.

Como mencionó este medio en una nota anterior, el avance de las usurpaciones -y prácticamente sobre el espejo del agua- que están destruyendo la reserva natural es alarmante. A ello, se suma la precariedad en la que viven estas personas, entre los que se registran casos graves de asma, sarna y tuberculosis.

"Las autoridades parecen no estar enteradas o deliberadamente miran para otro lado. Entonces estamos en una etapa de descuido total de la zona", concluyeron los ambientalistas.