La investigación se inició luego de que asaltaron e hirieron a un joven en Quilmes. Sustraían los vehículos y los llevaban a un desarmadero clandestino en Almirante Brown.
Tras una serie de allanamientos, agentes policiales desbarataron una banda de motochorros que asaltaron a un joven en Quilmes y le dispararon en una de sus piernas para llevarse su moto, en tanto que los investigadores descubrieron que los vehículos sustraídos eran trasladados a un centro clandestino de desguace en Almirante Brown y los vendían por partes, motivo por el cual también lo intervinieron y secuestraron grandes cantidades de materiales relevantes.
Se trata de un caso que cobró relevancia el pasado 20 de octubre por un hecho que quedó registrado en los celulares de los vecinos quilmeños, que filmaron el momento del ataque delictivo. Se oyeron disparos y a pocos metros había un colectivo con pasajeros que auxiliaron a la víctimas una vez culminado el ilícito. Las autoridades judiciales comenzaron a trabajar al respecto y dieron con el paradero de los cacos rápidamente.
Todo comenzó en Quilmes Oeste, en las cercanías de 12 de Octubre y Joaquín V. González, cuando el damnificado salía con su motocicleta de una veterinaria. A pesar de que había mucho tránsito en la calle, dos motochorros lo interceptaron para robarle el vehículo y en el forcejeo le dispararon en una de sus piernas. Tras eso se dieron a la fuga y amenazaron con asesinar a aquellas personas que estaban gritando a sus alrededores para impedir el episodio.
Investigadores tomaron cartas en el asunto y recrearon con las filmaciones de vigilancia el recorrido que estos hicieron desde la escena del robo hasta sus domicilios. Sin embargo, pudieron ver que fueron hasta un desarmadero clandestino ubicado en el barrio San José de Almirante Brown y es por ello que las autoridades decidieron allanar todos los puntos relacionados con la actividad ilegal.
Los ladrones, de 25 y 29 años, fueron detenidos y trasladados a la Comisaría 9na de Quilmes por orden de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°2. Enfrentan cargos grandes por todo el daño cometido y tanto la víctima como sus familiares temen que puedan salir otra vez a las calles, motivo por el que exigen sanciones ejemplares y un largo tiempo de reclusión, teniendo en cuenta que las pruebas son contundentes.
Por otro lado, el desarmadero fue allanado y secuestraron escapes, amortiguadores, espejos, baterías, tableros electrónicos y demás, quedando a disposición de la justicia los imputados responsables del lugar.
Es importante resaltar que los operativos estuvieron a cargo del Grupo Táctico Operativo (GTO) de la dependencia correspondiente y que más allá de las imágenes de las cámaras de vigilancia, fueron necesarias tareas de inteligencia encubierta en las calles para conocer los movimientos de los motochorros y el manejo de esta peligrosa red que tenía el esquema organizado para continuar con la actividad ilegal.