Dos hombres condenados a prisión por robar y torturar ancianos en sus viviendas en Quilmes, Varela y Berazategui

Se trata de un dúo criminal que azotó a los adultos mayores de los mencionados distritos durante mucho tiempo. Uno de ellos, ex integrante de las fuerzas, y el otro, un reconocido malviviente implicado en otros asaltos y en la muerte de una joven a la que chocó en la calle. Cometieron varias entraderas y usaron diversos métodos de tortura sin tener en cuenta la edad ni las condiciones de los damnificados. Por suerte, recibieron su merecida pena y estarán tras las rejas por un buen rato.

Se trata de Jorge Paz, quien se desempeñó como agente policial en el pasado, y Luis Cuello. Ambos fueron responsables de robos violentos a ancianos. Uno de ellos ocurrió en la calle Nuestra Señora de la Guardia, en Bernal, el 18 de enero de 2018. Allí mantuvieron cautiva a una pareja de jubilados, los maniataron y amenazaron con matarlos si estos no les decían dónde guardaban los objetos de valor. Tras eso, se llevaron joyas, dinero en efectivo y otras pertenencias.

Ambos llegaron en libertad al juicio oral, aunque Cuello fue allanado el martes pasado por haber encontrado en su vivienda objetos personales que corresponden a víctimas de ilícitos que él perpetró.

En sintonía, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Quilmes, en manos de los jueces Fernando Celesia, Cecilia Maffei y Julia Rutigliano, condenó al expolicía a 9 años de prisión por “coautor penal responsable del delito robo calificado por el uso de arma y por haber sido ejecutado por un miembro integrante de la fuerza policial, en concurso ideal con privación ilegítima de la libertad”. Se tuvo en cuenta otro robo realizado en Bernal, en junio de 2018. Su abogada defensora, Lorena Iacono, había pedido una condena menor.

Por otro lado, para Cuello la pena fue más grave, de 11 años, luego de comprobar que cometió tres robos junto a Paz, además de estar involucrado en el homicidio de una joven en 2012 cuando iba al volante. Por lo dicho, se lo inhabilitó a conducir por 8 años. Su abogada particular había pedido la absolución porque sostuvo que no podían comprobar su asistencia en los ilícitos.

Cabe destacar que la letrada María de los Angeles Attarian Mena había pedido penas mayores para ambos.