La justicia dispuso nuevamente la detención de quien era la pareja y padre de los cuatro hijos de Macarena Sánchez, de 26 años y embarazada de seis meses.
La causa del femicidio de Macarena Sánchez, una joven de 26 años que fue asesinada mientras cursaba un embarazo de seis meses, en Avellaneda, dio un giro que derivó nuevamente en la detención de quien era su pareja y padre de sus cuatro hijos, Elio Benel Padilla, principal señalado por el hecho que ocurrió en agosto del año pasado.
Los funcionarios judiciales decidieron realizar un cambio de carátula y ahora Padilla está acusado formalmente de "Lesiones leves agravadas por el vínculo y por ser cometidas por un hombre contra una mujer mediando violencia de género en concurso real con Homicidio agravado por el vínculo y por ser cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género, en concurso real con aborto".
El año pasado, la Cámara de Apelaciones y Garantías de Lomas de Zamora dispuso la excarcelación del implicado porque entendía que el delito de femicidio no estaba acreditado. Sin embargo, ahora, con nuevos elementos incorporados al expediente determinaron su responsabilidad a prima facie.
Todo comenzó el 12 de agosto de 2024, en una vivienda ubicada en Pasaje Mauricio entre Raposo y Pasaje Perón en Wilde, desde donde llamaron al 911, en el que alertaban sobre un posible homicidio.
Según informó Diario Conurbano.com, "al llegar al lugar, los efectivos se entrevistaron con un hombre de 28 años, que relataba que había mantenido una discusión con la víctima –su pareja-, tras lo cual abandonó la casa". Asimismo, indicaron que Padilla manifestó que, al volver, encontró a la mujer embarazada de seis meses, con una soga en el cuello.
Tras el hecho, la fiscal María Laura Carballal, de UFI N° 2 de Avellaneda, dispuso la detención Elio Benel Padilla, por el delito de "Homicidio agravado por el vínculo en contexto de violencia de género". Poco más tarde, la Sala Tercera de la Cámara de Apelación y Garantías de Lomas de Zamora le otorgó la excarcelación al acusado, concluyendo que "no existe" -al menos de momento- motivos para que continúe con la privación de su libertad, y todo fue desconsuelo.
La tía de la víctima aseguró que el imputado la mató y cuando llegó la policía fingió que estaba haciéndole RCP. "Dijo que se suicidó. Si ella se hubiera suicidado por qué no le avisó a mi mamá que vive enfrente. Nosotros fuimos los últimos en enterarnos. Esto estuvo silenciado y una vez que llegó la familia de él llamaron a la policía", comentó. No obstante, ahora, parece que para la tía y toda su familia, la verdad comienza salir a la luz.
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