La Academia se cruzará con el Lobo en Avellaneda, mientras que el Granate visitará a un adversario que puede darle caza en la cima, dado que le restan varios juegos pendientes.
Se acerca el tramo final de la primera fase de la competencia en la Liga Argentina de básquet y tanto Racing como Lanús, los dos elencos de la región que militan en la zona A de la Conferencia Sur, quieren cerrar con sendas alegrías para recalar en el cuadrangular que posibilite luchar por el título y el ascenso a la Liga Nacional.
En ese sentido, ambos tendrán emparejamientos complicados este viernes, pues la Academia recibirá a Gimnasia y Esgrima La Plata, un rival difícil que cuenta con argumentos para ganar cada vez que sale de la capital bonaerense, y el Granate deberá ir hasta la casa de Hispano Americano, uno que está en el lote de vanguardia pero al que le restan varios desafíos por completar en el cuadro y por eso puede dar el salto a las alturas sin inconvenientes.
Los números indican que quien marcha en la cima es el combinado lanusense, que ostenta 21 unidades, con un saldo de 10 alegrías y apenas un tropezón, el que sufrió con el Lobo platense de visitante hace pocas semanas.
Y ahora le tocará chocar con un conjunto que está tercero, con 11 puntos, pero con cuatro compromisos todavía en el tintero para aprovechar y sellar una racha óptima que le brinde el plafón para estar arriba.
Por el lado de los vestidos de celeste y blanco la historia es distinta, pues irán por un contrincante con el que comparte espacio en la medianía del registro, aquel con 14 unidades y el otro apenas más alto, con 18, a tiro de la vanguardia, pero con algunos escollos más afrontados, por lo que no tienen el rodaje como para sobrepasar a los comandados por Sebastián Saborido.
¿Cómo llegan a sus emparejamientos los dos clubes de la zona? De enfrentarse entre sí, con alegría para Lanús por 73 a 67, en Avellaneda, con Joaquín Ríos como figura, pues aportó 18 unidades, muy por encima del resto, tanto de sus compañeros como de sus adversarios.
Esa satisfacción para la visita se construyó desde el principio, siempre manteniendo una diferencia que le resultó indescontable al anfitrión, paradójicamente con un trámite similar al que se expuso en el gimnasio Antonio Rotili hace pocas semanas, cuando se cruzaron y también ganó el mismo equipo, sólo con un par de sobresaltos en el tercer cuarto.
Queda poco por delante y la expectativa tanto de Lanús como de Racing es recalar en las posiciones de privilegio y estar en el lote que pelee por la gloria en el mediano plazo.
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