El Gasolero viene mal y no levanta, pero aún puede llegar a clasificar al Reducido. Perazzo y compañía se preparan para un partido clave frente a Gimnasia y Tiro de Salta.
El cero a cero frente a Mitre en Santiago del Estero no fue el resultado esperado para un Temperley que ahora depende de los números y resultados ajenos. Con cuatro equipos por encima en la Zona B de la Primera Nacional y a cinco puntos del último clasificado al Reducido, el equipo dirigido por Walter Perazzo se enfrenta a una situación complicada. La reciente victoria de Atlanta sobre San Telmo agravó el panorama, dejando al Celeste en la undécima posición con 46 puntos, justo antes de enfrentar a Gimnasia y Esgrima de Salta, rival directo por la clasificación.
El partido del sábado en el Alfredo Beranger, programado para las 15.30, se presenta como uno de los encuentros más trascendentales de la temporada para el Gasolero. La victoria es una necesidad imperiosa para acercarse a los puestos de Reducido, quedando a solo dos puntos de diferencia de Gimnasia si logra los tres puntos. Además, otros equipos también están al acecho, complicando aún más las posibilidades del Celeste.
El principal interrogante entre los hinchas de Temperley es qué necesita el equipo para mantener vivas sus chances de clasificación. Además de ganar ante Gimnasia, será clave mejorar el rendimiento futbolístico, que ha mostrado una merma desde el primer semestre bajo el mando de Perazzo.
Con las matemáticas aún jugando a su favor, Temperley mantiene la ilusión de ingresar al Reducido, lo que no solo permitiría aspirar al segundo ascenso a la Liga Profesional, sino también a la clasificación a la Copa Argentina. Aunque el panorama no es alentador, la fe del equipo y su hinchada se mantiene firme mientras haya esperanza.
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