Quilmeño |
Agustín Paladini tiene 24 años y su pasión por la náutica lo llevó a estudiar Arquitectura Naval. Su galardonado proyecto sobre veleros lo llevó a vivir a Génova, donde hoy trabaja como diseñador técnico.
Un graduado de la carrera de Arquitectura Naval de la Universidad Nacional de Quilmes se encuentra trabajando en el astillero italiano Adria Sail tras obtener un segundo puesto en un concurso mundial de diseño de veleros.
Se trata de Agustín Paladini, de 24 años, de Bernal, quien en la actualidad reside en la ciudad de Fauno, a orillas del Mar Adriático.
Fue por Bauto 45 un diseño de velero crucero-regata de 45 pies de eslora, de carbono y por su proyecto final de veleros de la UNQ, que el joven obtuvo este premio en 2016 en el concurso de diseño Diporthesis, del Salón Náutico de Génova, Italia, país donde hoy trabaja como diseñador técnico de veleros.
Cuando empezó a navegar a los 6 años en “optimist” (veleros para chicos de 7 a 15 años) surgió su pasión por la náutica, el agua y la adrenalina del movimiento.
Navegó mucho y viajaba con su familia para competir por el Litoral y la Provincia de Buenos Aires. Al crecer fue explorando otras embarcaciones y comenzó a gustarle la idea de diseñar barcos, esos que tanto le hacían disfrutar.
Siguiendo su pasión, fue a la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) a estudiar Arquitectura Naval, el único lugar en Argentina donde se dicta esta carrera.
“Tenía un amigo en Santa Fe (donde vivía) que había estudiado dos años la carrera y me contó cómo era todo: a qué tipo de embarcaciones apunta la carrera; qué se estudia; las diferencias con Ingeniería naval” contó Agustín Paladini, egresado de Arquitectura Naval.
Y descubrió que la lista de cosas que se aprenden en la Universidad es interminable. A propósito, enumeró que observó “los cálculos que requieren los barcos, los sistemas, las estructura, los interiores, predecir cómo van a navegar... Además hay tantos diseños de barcos para cada trabajo, uso o condición. Realmente, es una carrera muy abarcadora”.
Mientras cursaba ya tenía en mente viajar, conocer y trabajar en otros países. Sin embargo se imaginaba Italia como última opción. Antes pensaba en ir a buscar trabajo a Australia o Nueva Zelanda. “De hecho estaba por sacarme pasaje”, contó. Pero lo sorprendió la llegada del 2º premio y “hoy lo estoy disfrutando mucho”, expresó el graduado, a quien una de las cosas que más le gusta de la profesión que eligió es el diseño del casco, los apéndices y el diseño de planos vélicos, además de la optimización de la navegación y el diseño exterior.
Disfrutar día a día
Asimismo, desde la casa de altos de estudios señalaron que la carrera de la UNQ le dio las herramientas para ejercer su profesión como arquitecto naval y hoy disfruta este desafío sin planificar demasiado su futuro porque prefiere disfrutar el día y día y dejarse llevar por las nuevas propuestas que se le presenten.
Su práctica profesional, que comenzó en febrero, está por terminar a mitad de año y su destino es incierto, por suerte, porque Agustín se radicará donde consiga la mejor alternativa de trabajo, esa que le deje aflorar su pasión por el diseño y la náutica una vez más.
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