Tras cinco años de lucha y espera, el incansable reclamo de Justicia de una madre por su hija llegó hasta un tribunal de Quilmes, donde ayer comenzó a ser juzgado un hombre de 61 años que está acusado de violar sistemáticamente a una niña de por entonces 11 años, en una vivienda de Ezpeleta que les alquilaba a ambas.
Familiares y amigos de la denunciante, acompañados por organizaciones sociales en contra de la violencia de género, se manifestaron este viernes por la mañana frente al edificio de los tribunales penales (Hipólito Yrigoyen 475), donde se llevó a cabo la primera jornada del juicio en el Tribunal Oral Criminal Nº 3 de Quilmes.
“Gracias por tanto apoyo, me dejaron sin palabras”, Yohana Bogado, madre de la víctima, antes de ingresar a la sala de juicio. Según consta en la denuncia, el dueño de la casa, que se sentó en el banquillo de acusados y llegó en libertad al proceso, abusó sexualmente de la chica durante aproximadamente un año. Asimismo, el hijo del imputado, por entonces menor, también fue acusado de someter a la niña pero no llegó a juicio.
Cayó un peligroso delincuente con pedido de captura
Bogado expresó que el calvario de su hija comenzó cuando alquiló una casa en Ezpeleta.
“Yo me iba a trabajar, y el dueño de la casa y su hijo abusaban de mi nena”, aseguró la mujer. Durante una entrevista reciente con El Quilmeño, Bogado había comentado que su hija había quedado con secuelas por el trauma que le dejaron los abusos. “Ella sigue mal y no quiere hablar del tema”, dijo. Con respecto a las expectativas por el juicio, indicó: “Espero que reciba una condena ejemplar, pero tengo desconfianza en las autoridades.
Yohana Bogado no pudo contratar un defensor oficial para presentarse en el juicio que comenzó ayer. No obstante, la mujer cuenta con el apoyo del Centro de Fortalecimiento Familiar “Julieta Lanteri”, cuyo presidente Fernando Cáceres, destacó las irregularidades que hubo en la investigación. “Nunca la hicieron una Cámara Gesell a la menor víctima”, manifestó en diálogo con este medio.