Las bajas temperaturas y los fríos vientos afectan nuestra piel de manera notoria. Sin embargo, el invierno es la temporada ideal para cuidar el cutis y prepararlo para el verano. Contra la vieja muletilla de “superar el invierno”, este período representa al mejora aliado silencioso para embellecernos.
La piel en invierno pude sufrir ciertas alteraciones por la influencia de varios factores: la temperatura -del frío al calor, y a la inversa- en ambientes climatizados, sequedad, fricción por el uso de la ropa, alteraciones inmunológicas y la utilización de algunos jabones (ácidos), entre otros, que pueden trastornar la función de barrera cutánea.
Según, María Belén Bazante, Directora Técnica de Natura Siberica Argentina, “en invierno ciertas zonas de nuestra piel pueden resecarse y tornarse sensibles o irritables, dando lugar a un enrojecimiento, principalmente en cara (mejillas), zonas de flexión de brazos y piernas, tórax e incluso en dedos de pies y manos”.
Para prevenir alteraciones de la barrera cutánea es importante tener en cuenta ciertas recomendaciones:
- Consumir entre 1 y 2 litros de agua diariamente. En invierno disminuimos la ingesta de agua, pero es indispensable mantener el organismo hidratado para tener buena salud y una piel radiante.
- Evitar: bañarse con el agua demasiado caliente, los productos cosméticos agresivos, la fricción intensa, el lavado muy frecuente de manos y cara.
- Se recomienda: el uso de ropa fabricada con materiales transpirables y no muy ajustadas. Y mantener una adecuada limpieza e hidratación con cremas emolientes que contribuyan a la restauración de la barrera cutánea.
- Respetar las 4 etapas básicas de cuidado de la piel facial: higiene, tonificación, hidratación y protección.
- Realizar exfoliación tanto en la piel de la cara como en la del cuerpo entre 1 y 2 veces por semana para purificar y suavizar la piel, estimulando la regeneración.
- Siempre que uno se aplique cremas de día y maquillaje es preferente que contengan Factor de protección UV (FPS 15 o más). En el caso que no tenga, luego de hidratarse la piel, colocar protector solar y luego maquillarse.
- Debemos contemplar que los productos para el cuidado de la piel elegido contengan ingredientes antioxidantes, no del todo oclusivos pero lo suficientemente filmógenos para armar una barrera ante la contaminación ambiental a la que nos exponemos diariamente.
Una piel bien hidratada, es fundamental para mantener la barrera física intacta y saludable.
“La hidratación es especialmente importante en invierno, también en regiones con climas secos y ventosos, si se realizan ejercicios al aire libre, o bien cuando nos encontramos con una piel seca y que se escama fácilmente por el bajo nivel de agua”, indica Bazante.
Y agrega, “a la hora de seleccionar nuestros productos cosméticos, deberemos evaluar que éstos sean humectantes, emolientes e hidratantes para obtener a una correcta hidratación de la piel”.
1-HUMECTANTE: Estos activos controlan la pérdida de agua contenida en nuestra piel, al formar una capa protectora (filmógenos).
2- HIDRATANTES: Evitan la deshidratación ayudando a incorporar agua.
3- EMOLIENTES: Suavizan y mejoran la textura y por lo tanto le brindan mejor apariencia. Un buen emoliente disminuye signos de sequedad, mejora flexibilidad y logra un correcto esparcimiento.
Por la menor exposición al sol, el invierno es la época ideal de año para realizar ciertos tratamientos cosméticos, como el peeling, que nos ayudan a rejuvenecer la piel.
Asesoró: María Belén Bazante, Directora Técnica de Natura Siberica Argentina, MN 16799.