Sociedad |
La información sobre los hechos de abuso sexual surge de una nueva Encuesta Mensual de Inseguridad, desarrollada por la ONG Defendamos Buenos Aires.
Todo sucedió en la localidad bonaerense de Ayacucho, con una chica de 22 años quien denunció que fue abusada sexualmente por al menos seis varones menores. La causa que investiga el grave hecho fue caratulada como "abuso sexual simple agravado por ser producido por pluralidad de autores" y ya hay tres jóvenes identificados como presuntos atacantes. Sin embargo, el caso solo es uno de los 8.000 abusos sexuales que se registraron en ámbito de la Ciudad de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires durante el último año.
El dato surge de una nueva Encuesta Mensual de Inseguridad, desarrollada por la ONG Defendamos Buenos Aires con la asistencia del Estudio Miglino y Abogados, donde quedó acreditado que en el último año, desde febrero de 2021 a febrero de 2022 se produjo esa cantidad de episodios. Muchos de los abusos no se denunciaron, sin embargo la justicia trabaja cada vez más y sobre mayor cantidad de casos.
"Esta última temporada de verano, que aún no ha terminado, se ha caracterizado por una importante cantidad de abusos de chicas por la ingesta de sustancias químicas en tragos que producen ‘sumisión química’; caracterizada como el estado mental y físico que padece la víctima luego de haber recibido una sustancia química con efectos psicoactivos, sin consentimiento y con el fin de modificar su estado de consciencia, su comportamiento o anular su voluntad. Tanto en Pinamar como en Villa Gesell, pero también en boliches de San Telmo, Palermo, Las Cañitas y Puerto Madero, han aparecido chicas afectadas por un cocktail de MDMA, es decir anfetaminas más metanfetaminas que producen periodos prolongados de amnesia y pérdida de conocimiento y un estado de aturdimiento que los depredadores sexuales aprovechan para realizar "tocamientos" y otros comportamientos penados por la ley", dijo Javier Miglino, abogado Especialista en Seguridad y Director de Defendamos Buenos Aires.
Un caso paradigmático
"Yamila tiene 22 años, vive sola y estudia psicología en la Universidad de Buenos Aires. Yamila llegó a Buenos Aires cuando tenía 19 años, desde la provincia de Misiones. Hizo un grupo de amigas y siempre acostumbran a salir por la zona de Palermo Hollywood. Hace pocos días y durante un fin de semana se acercaron a un boliche que está en la Avenida Juan B. Justo al 1600. En el lugar, las amigas se separaron para ir al baño y Yamila quedó sola, esperándolas en la barra. En ese momento se acercaron dos jóvenes con acento extranjero, colombiano o venezolano y la invitaron a un trago. La actitud amable de ambos más la espera de las chicas que nunca volvían del baño, la decidió a aceptar. Uno de los chicos fue a buscar las bebidas y las acercó donde estaba la chica. Al beber el primer sorbo notó que algo andaba mal. Las luces le daban vueltas y no podía concentrarse en ningún punto, que la acerque a la realidad. Cuando volvió en sí, unas chicas estaban junto a ella y enseguida llegaron las amigas. Estaba a un paso de la puerta de salida y no llegó a salir porque un grupo de chicas que estaba viendo a los dos hombres, llevándola casi a la rastra, desconfiaron de ellos. Les dijeron un fuerte ‘ehhh’ y ambos salieron disparados. Yamila tuvo que estar 24 horas internada en el Hospital Fernández y por fortuna solo fue el mal rato pero había sido sometida a una sumisión química, tal como la apuntada más arriba. Idéntico episodio vivieron dos amigas en un conocido bar - bailable de Pinamar, donde fueron salvadas por otro grupo de chicas e incluso el padre de una de las víctimas se comunicó con Defendamos Buenos Aires para agradecer la nota que habíamos hecho con Diario Popular sobre abusos en la Costa, que sirvió para que las jóvenes estén alertas sobre probables estupros en los boliches", dijo Miglino.
Aparecen en esta nota:
Te puede interesar:
