En el mes de julio se contabilizaron 23 femicidios en todo el país, reflejando un promedio de un caso cada 32 horas, de acuerdo con el relevamiento realizado por la organización feminista La Casa del Encuentro, la cual confecciona sus propias mediciones de crímenes vinculados a la violencia de género.
A su vez, el Observatorio Lucía Pérez, que también realiza sus estadísticas propias al igual que otras entidades como Ahora que Así Nos Ven (AQSNV) y MuMaLá, contabilizó 24 asesinatos motivados por el género.
Los cuatro observatorios mencionados anteriormente elaboran cada mes un reencuentro de femicidios y tranvesticidios, con el objetivo de visibilizar los hechos de violencia de género ante la demora que conlleva el cálculo de las cifras oficiales anuales, las cuales son elaboradas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) en base a los expedientes judiciales.
En el informe de La Casa del Encuentro, se expresa que en los siete meses que lleva el año hubo 190 femicidios en todo el país -entre ellos 3 transfemicidios-, los cuales causaron que 206 niños se queden sin su madre.
“Como cada informe lo demuestra, el lugar más inseguro para una mujer en situación de violencia continúa siendo su vivienda o la vivienda compartida con el agresor. El 59% fueron asesinadas en su hogar”, señalaron desde la organización.
Otro aspecto que destaca el relevamiento de La Casa del Encuentro es que en 34 oportunidades las víctimas habían realizado una denuncia contra su agresor, de los cuales 14 femicidas tenían dictada una medida cautelar de prevención.
El mes pasado contó con la particularidad de una seguidilla de casos ocurridos entre el 22 y el 25 de julio, cuando en un lapso de 96 horas, cuatro mujeres fueron asesinadas en distintas ciudades de las provincias de Buenos Aires y Río Negro.
El primero de los cuatro casos mencionados tuvo lugar el sábado 22 de julio a la noche, en una vivienda de la localidad bonaerense de Castelar, partido de Morón.
Allí, Juan Carlos Bertini, quien se desempeñaba División Unidad Operativa Federal (DUOF) de Morón, de la Policía Federal (PFA), asesinó de un disparo en la cabeza a su pareja, Zulema Serrano, oficial de la Policía de la Ciudad.
Luego del femicidio, Bertini se suicidó con su arma reglamentaria, una pistola Bersa Pro Rinde calibre 9 milímetros, señalaron las fuentes a esta agencia.
El segundo hecho ocurrió unas horas después ese mismo 22 de julio en la ciudad rionegrina de Luis Beltrán, donde Marisa Coliman (44) fue asesinada por Nicolás Ezequiel Medina (21), un joven formoseño que era amigo de uno de los cinco hijos de la víctima, al que también atacó a puñaladas tras cometer el crimen.
Al respecto, familiares de Coliman creen que Medina, que quedó detenido con prisión preventiva por el femicidio, estaba "obsesionado" con la víctima y que el ataque fue "planeado".
Otro asesinato por motivos de género ocurrió el 24 de julio en la localidad bonaerense de Bella Vista, partido de San Miguel, cuando Leonardo Giménez (38) le disparó en la cabeza a su pareja gendarme Jésica García con su arma reglamentaria. A continuación, Giménez abrazó el cuerpo de García y se suicidó de un disparo.
Ese episodio ocurrió en el interior de la vivienda familiar en la que también se hallaba el hijo de ambos, de 7 años, quien encontró los cuerpos de sus padres.
Por último, el 25 de julio pasado Nancy Yanina López Gotta (41) fue asesinada de al menos 22 puñaladas por su expareja, José Corvalán Castillo (37), a quien había denunciado nueve veces por violencia de género.