Avellaneda: contaminación y riesgos por el arroyo Sarandí

Nunca una autoridad municipal o de otro nivel se hizo cargo de dichos riesgos desde hace 20 años, y quedaron varios kilómetros a cielo abierto. Sin embargo, hace un año el Concejo Deliberante aceptó el envío de 96 millones para obras de saneamiento del arroyo, pero la comuna no informó de cómo y cuándo utilizaría ese monto ni respondió sobre el resultado de la licitación.

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En ese sentido, la concejala Susana Marco Romero adelantó que “el tema del arroyo es una cosa pendiente, averiguaremos que pasó con aquella aceptación de la partida”; al tiempo que tras nuevas jornadas de intensas lluvias, dijo que en su barrio, Wilde, “las inundaciones se dan, principalmente, en la zona de la famosa palangana, Villegas y Yapeyú”, y precisó que tiempo atrás “hasta había gente que se bañaba a en esa zona, que ahora también se anega por las calles Arrendondo, Lynch, y en la esquina del colegio 69”.

En tanto, el último informe conocido sobre la cuenca del arroyo Sarandí, de una extensión de 20 kilómetros de longitud casi todo entubado menos en Avellaneda, estableció un alto grado de contaminación y arrojo indiscriminado de materiales pesados.

Ese canal cumple la función de colector de las descargas pluviales urbanas, además de recibir efluentes domésticos, cloacales e industriales tanto legales, como ilegales, pese a las advertencias vecinales y de ambientalistas.

En sus cercanías, se localizan 4100 industrias registradas y unas 10.000 no registradas y vuelcan sus residuos tóxicos o no tóxicos, sólidos o líquidos, sin ningún tipo de tratamiento o con uno insuficiente.