El Granate emprende viaje a Brasil para el cotejo con Cuiabá que abrirá su itinerario en el certamen internacional mientras disfruta del acceso a la punta de forma transitoria en el plano doméstico.
Después del agónico empate con Unión de Santa Fe en la Fortaleza de Cabrero y Guidi que le permitió rescatar un punto y alcanzar la cima de la tabla de posiciones de la zona B de la Copa de la Liga, al menos de forma transitoria hasta que juegue Godoy Cruz con Platense, Lanús se enfoca en lo que será su debut en la Copa Sudamericana cuando emprenda viaje hacia Brasil para chocar con Cuiabá, con el que se medirá el próximo miércoles.
El Granate empieza su itinerario internacional y el escollo que abra la grilla será, en los papeles, con el combinado más complicado y a domicilio, por lo que se prevé como una opción viable para saber el parámetro con el que se sostendrá la competencia, con la expectativa de luchar para acceder a la siguiente instancia.
Para los conducidos por Ricardo Zielinski será vital conseguir un tanteador positivo en pleno terreno ubicado en la selva amazónica, en una zona cercana a la frontera con Bolivia, y por eso el entrenador analiza variantes para su formación. Es que es factible que haya cambios en relación al once que se dispuso para el compromiso con el Tatengue, más allá que ya está confirmada una ausencia vital, la del marcador central Ezequiel Muñóz, con un desgarro que le demandará algunas semanas más fuera de las canchas.
Pero el que sí tiene fichas para poder retornar desde el principio es el volante colombiano Raúl Loaiza, trascendental en el dinamismo de todo el equipo y que no apareció en escena en la actuación pasada por molestias físicas que implicaron que el conductor lo resguarde para el cotejo que se asoma en el calendario. En ese sentido, es probable que el que vuelva al banco de suplentes sea Luciano Boggio, dispuesto para cuando se necesite para el complemento.
Por lo pronto, a la espera del desafío copero, en Lanús todavía queda pendiente el análisis sobre lo que sucedió en la noche del miércoles, con el 2 a 2 que se valoró y lamentó por partes iguales. Así lo describe, por caso, el arquero Lucas Acosta: "Fue todo muy peleado. El primer tiempo muy atípico, donde tuvimos algunas jugadas claras y ellos tuvieron mucha efectividad y terminó siendo un partido cuesta arriba, pero se pudo lograr un empate para tener confianza para lo que viene".
En declaraciones expuestas en el portal Fortaleza Granate, el portero comentó, ya haciendo un balance general: "Creo que es positivo para nosotros, aunque siempre buscamos en casa ganar los tres puntos. En eso estamos en falta con la gente y nosotros mismos, pero lo tomamos en positivo porque ahora nos toca la Copa y hay que ir con confianza".