En este sentido, los pasajeros puntualizaron que apenas se embotella el tránsito, en dirección al puente Pueyrredón, el inspector decide el cambio de recorrido sin avisarles a los usuarios y los colectivos se desvían por la calle Bosch.
Además, indicaron que la mayoría de los días se vuelve un calvario esperar recorridos específicos y estimaron que la línea tendría "excesivas unidades para el ramal 7, descuidando a los pasajeros que toman los otros recorridos".
"A las 9, en plena hora pico y con el habitual aumento en el tráfico porque la gente va a trabajar, los que tomamos colectivo tenemos que adivinar dónde paran porque el inspector desaparece y se va abajo del puente para decirles a los choferes que cambien el recorrido", indicó Carlos, uno de los usuarios.
"Cuando querés preguntarle al inspector mayor que está toda la mañana en Avellaneda, te responde mal y te inventa choques para tratar de justificar por qué cambian los recorridos", agregó.
Mariano, otro pasajero, agregó que "da bronca esperar también los ramales 2 o 5, ya que todas las unidades que aparecen son del 7. Descuidan a los pasajeros así", remarcó.
Además, los usuarios se quejaron porque los domingos pasan unidades con demoras de hasta 40 minutos por la estación de Avellaneda.