Un fuerte reclamo de justicia y mayor seguridad elevaron el jueves por la tarde vecinos del barrio La Loma, de la localidad de Claypole, partido de Almirante Brown, frente a la Comisaría 10ª de San Francisco Solano, luego de que un joven fuera atacado por una banda de motochorros, que lo baleó por la espalda y de acuerdo a los informes médicos será difícil que pueda volver a caminar.
La actuación de bandas delictivas no es novedad en estas tierras, donde aseguran que desde hace siete meses roban impunemente. Entre sus habitantes cunde la indignación y la bronca por la falta de recursos de la seccional policial. Es más denunciaron que en los últimos siete días hubo dos intentos de secuestros de una niña de 3 años y una adolescente de 16.
Omar “Franco” Martínez, de 26 años, el "Pelaa" para todos, es por quien cientos de personas -entre ellos sus familiares y amigos- se concentraron el jueves por la tarde en la Plaza 13 de Julio, con pancartas y banderas, para exigir que se esclaresca el caso, se detenga a los delincuentes y se tomen medidas para frenar la inseguridad.
“Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que ninguna familia sufra el calvario que estamos pasando”, dijo Claudio, papá de Omar, quien exigió a las autoridades que destinen más efectivos y móviles para que el lugar deje de ser una “zona liberada”.
Este sector de Claypole limita con varios asentamientos de los municipios de Florencio Varela y Quilmes, y eso coinciden vecinos y policías que ello "complica" la situación, ya que son una rápida y fácil vía de escape para los delincuentes.
El comisario Alejandro Aguerre dijo a este medio que cuenta con 40 agentes, que tiene apoyo de la Policía Local y que el Comando de Patrullas de Almirante Brown recoorre las calles, aunque la opinión vecinal es opuesta: “Apenas tienen 20 policías y dos patrulleros destruidos”.
Aguerre, que mantiene comunicación directa con la familia Martínez, coincidió en que “todos queremos que haya mayor presencia policial en el territorio”. La investigación del caso está a cargo de la Unidad Fiscal N° 7 de Lomas de Zamora.
El domingo pasado, alrededor de las 23.45, Omar caminaba junto a un amigo por la calle Anémona cuando fueron interceptados por seis malvivientes -cinco hombres y una mujer- que se movilizaban en tres motos.
Según relató su padre, Claudio, sin mediar ningún forcejeo ni resistencia el delincuente lo tiró al piso y lo baleó, provocándole una grave herida en la zona lumbar.
A Nahuel, su compañero, lo tenían maniatado y amenazado por otro de los malhechores. Atónito observaba cómo se aprovechaban para sacarle la campera, el celular y las zapatillas. No contentos con ello, le apuntaron a la cabeza con aparentes intenciones de ultimarlo. “Ya está herido, no lo mates”, lo espetó, pero al notar que no le daba importancia logró zafarse del que lo agarraba y se tiró encima de quien hirió a Omar. Los delincuentes se dieron a la fuga, y en su huida volvieron a disparar, aunque él afortunadamente resultó ileso.
Omar se encuentra internado en el hospital Arturo Oñativia de Rafael Calzada y este lunes se hará estudios en el hospital de alta complejidad El Cruce de Florencio Varela para obtener un diagnóstico más preciso y avanzar con su tratamiento.
Una vez que tomó conciencia de su situación, entre lágrimas le dijo a su madre: “Quiero vivir, quiero seguir peléandola”. Ese sentimiento lo reiteró ayer a través de las redes sociales: “Acá estamos, saliendo adelante. Gracias a todos por su buena onda y recen para que pueda recuperarme más rápido. Yo estoy bien. Los quiero mucho”.