Dos enamorados que viajan a doscientos kilómetros

Gachy y Lucho se conocieron en el barrio donde vivían por un amigo en común que los presentó, porque sabía que eran dos fanáticos de las motos: varios años después lograron entrar en el campeonato Bonaerense y hasta llegaron a pelear la punta de la Moto 3, donde la chica fue una de las revelaciones: “Yo empecé a andar en moto a los 12, pero muy vigilado por mis viejos y ella era de las que andaba por Avenida Pavón con un ciclomotor, así que tenemos muchas cosas en común. Se nos daba por ir a la ruta a probar, a transitar juntos a la par porque nos encantan las motos, pero un día decidimos ir a correr a la FEBOM, donde nos recibieron con los brazos abiertos”, sostuvo Grapassonno.

Astone es la segunda dama de la divisional, junto a la uruguaya Stephanie Devoto, y sabe que el 2018 no viene fácil. “Se va a poner muy exigente todo, pero como hacemos todo a pulmón, el esfuerzo es doble. No tenemos equipo oficial ni nada, nos ayuda un mecánico, Carlos Ferreira, y los chicos de La Jauría, pero el resto lo hacemos todo nosotros”, admitió Lucio.

Actualmente él se desempeña en la Stock 1000, pero la lucha fuerte con su esposa se dio en la Moto 3, cuando ambos compartían esa grilla: “Antes de largar en esas carreras en la 3 le dije que íbamos a ir de igual a igual como cualquiera. Pero si me tocan a mi amor, se meten conmigo y sale la leona que lo defiende”, sostuvo Gachy, sin mordaza. Mientras que él reconoció que “ella es mejor manejando que cocinando”, Astone retrucó: “El me hace las compras a veces. Intentamos vivir como una pareja común”.