Pastor evangélico de Lomas fue declarado culpable por abusos reiterados

Tras conocerse el veredicto, ahora resta que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número 9 convoque a la audiencia donde se escucharán los pedidos de pena por parte de la fiscalía y la defensa y determinar la condena que deberá cumplir el acusado de 66 años.

El jurado halló a Romero culpable de "abuso sexual gravemente ultrajante por la duración del hecho y por su calidad de ministro de culto" en cinco de los casos. En otro de los hechos, se sumó el agravante de "daño psíquico", mientras que el séptimo abuso lo catalogaron como "abuso sexual con acceso carnal".

Los hechos probados tuvieron lugar entre los años 2004 y 2017 en el templo evangélico que este hombre lideraba, ubicado en la calle Celina de Minetto al 800, en la localidad de Villa Centenario.

La investigación, que estuvo a cargo de la fiscal Marcela Juan, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 16, se originó a partir de la denuncia de las primeras cuatro víctimas, y posteriormente, otras tres mujeres se presentaron ante la Justicia tras la repercusión pública del caso, aportando sus propios testimonios.

Según se desprende de los testimonios y la información judicial, las declaraciones de las víctimas las consideraron "clave" para alcanzar el veredicto de culpabilidad. Los relatos coincidieron en la descripción de patrones de abuso que se repitieron a lo largo de los años.

Las mujeres manifestaron que el pastor se aprovechaba de momentos de vulnerabilidad emocional para ejercer presión sobre ellas. En varios casos, Romero habría recurrido a amenazas de "maldiciones" o la advertencia de supuestos accidentes si no accedían a sus demandas.

Uno de los testimonios más detallados relató un hecho ocurrido en 2015, donde el pastor se habría ganado la confianza del esposo de una de las víctimas bajo la promesa de ayudar a la pareja a concebir. La mujer declaró que Romero la citaba a una oficina contigua al templo, fuera del horario de culto, con la excusa de realizar un "ritual" para facilitar el embarazo. En ese contexto, según su testimonio, la obligó a desnudarse y la manoseó bajo el pretexto de "activar energías espirituales".

"Gracias a mí y a mis poderes vas a quedar embarazada", habría afirmado Romero, según consta en el expediente judicial. Tras varios episodios de hostigamiento, la víctima decidió no volver al templo. En ese momento, según su relato, recibió amenazas por parte del acusado: "No digas nada porque te va a caer una maldición muy grande".

Otra de las denuncias involucró a una menor de edad, quien señaló que el pastor la convenció de asistir a una "sesión de sanación espiritual". Una vez allí, cometió los abusos bajo una justificación religiosa. Las pericias psicológicas realizadas a la víctima confirmaron el daño emocional producido por los hechos.