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Se trata de uno de los parajes más impactantes y pintorescos de Entre Ríos, es un verdadero bosque de palmeras que da a la zona un mágico toque que atrae a los visitantes. Fue creado en 1966 con el objeto de conservar un sector representativo de las palmeras de Yatay
A unos 45 kilómetros de la ciudad de Colón, en Entre Ríos sobre la autovía 14 y en dirección a Concordia, se encuentra uno de los parajes más impactantes y pintorescos de la provincia, de la Región y del país: el Parque Nacional El Palmar. El mismo dio oportunidad a la madre naturaleza a exhibir uno de los tantos raros caprichos. Es un verdadero bosque de palmeras, que combina la belleza con lo exótico, y dan a la zona un mágico toque que atrae a los visitantes.
El palmar se desarrolla entre las enhiestas palmeras, camino al caudaloso Río Uruguay, donde se vuelcan sus aguas. Fue creado en 1966 con el objeto de conservar un sector representativo de las palmeras Yatay, que hasta fines del siglo pasado se extendían por gran parte de Entre Ríos, la República Oriental del Uruguay y el sur de Brasil.
Posee 8.500 hectáreas donde existen varios tipos de ambientes con flora y fauna particulares. El área protegida pertenece a las ecoregiones espinal, con algunas comunidades y especies típicas del pastizal pampeano, y selva paranaense. Los más imponentes son las palmeras y la selva en galería a las orillas del río y arroyos. El Uruguay arrastra semillas provenientes de la selva subtropical, que prosperan en sus costas y afluentes, formando la selva en galería. Estos y otros ambientes como los pastizales, bosques, pajonales y cañadas pueden ser encontrados a lo largo de los paseos. También se puede recorrer en automóvil el sendero de La Glorieta que conduce a uno de los miradores panorámicos más espectaculares.
El valor histórico de esta reserva se debe a las ruinas de Barquín y Salvia. En las ruinas de la calera Barquín podemos encontrar restos de dos hornos para la elaboración de cal viva, de un embarcadero, y restos de viviendas, cuyo sótano se comunica mediante obras de túneles con el Río Uruguay. Estos son edificios construidos a fines del siglo XVII. Esta calera debe ser considerada como uno de los primeros centros industriales de Entre Ríos, pues de allí salió la cal para muchos edificios coloniales de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde el mirador parte una senda hasta el arroyo El Palmar, que luego conduce por la selva ribereña hasta una cascada pequeña, continuando luego el circuito por el borde del arroyo, a través de pastizales y palmares. El mirador del arroyo transita por pastizales del área protegida y se convierte en uno de los lugares preferidos por los turistas. El Mollar es un recorrido que se realiza de manera autoguiada, con folleto. Parte del sector norte del camping y recorre la selva ribereña y el bosque vecino.
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Por último, hay cuatro caminos interiores que permiten recorrer los distintos ambientes del parque. Dos de ellos conducen al arroyo El Palmar, a través de palmares densos y terminan en sendos puntos panorámicos. El camino principal tiene, antes de finalizar en el área de servicios sobre el río Uruguay, una rotonda con un desvío que llega hasta la playa y las ruinas históricas de Barquín, mientras que otro va hacia el norte hasta un mirador del arroyo Los Loros, cruzando por un palmar ralo.
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