Fue un partido que tuvo de todo, goles, sanciones, lesiones y horrores arbitrales. El Barcelona se llevó los tres puntos de la cancha del Valencia, pero no fue del todo justa la victoria por los errores que cometió el árbitro Undiano Mallenco y sus colaboradores.
Cuando Lionel Messi convirtió el gol que abrió el marcador del partido, Luis Suárez estaba en clara posición adelantada obstruyendo la visión de Diego Alves, el arquero del equipo que dirige Cesare Prandelli, pero el juez de línea no levantó la bandera y Mallenco convalido el gol.
Unos minutos más tarde una contra generada por Rodrigo Moreno fue detenida por el defensor Umitti, quien desplazó con su brazo al delantero dentro del área. Claro penal que el árbitro no sancionó y que podría haber cambiado la situación del partido.
Cuando Enzo Pérez golpeó a Iniesta –entrada que provocó la rotura de ligamentos de la rodilla derecha del capitán culé-, el juez simplemente cobró falta sin sancionar al volante argentino. Esta decisión provocó que todo el banco de suplentes del Barcelona, incluido su técnico Luis Enrique, protestaran frente a la terna arbitral y que el partido tome temperatura.
En el segundo tiempo, el equipo local tomó la iniciativa de ir a atacar y con goles de Munir y Moreno lograron la victoria parcial. Pero minutos más tarde, Luis Suárez tomó el rebote de un córner y puso el partido 2 a 2. A falta de 15 segundos para que se cumpliera el tiempo adicionado, una jugada combinada entre Neymar, Messi y Suárez, hizo que este último recibiera una falta en el área. El juez esta vez acertó sancionando penal, que luego Messi cambió por gol para darle la victoria definitiva al equipo blaugrana.
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