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Ambos equipos contaron con situaciones claras frente al arco rival, pero no tuvieron la puntería necesaria para abrir el marcador. El Rojo fue un poco mejor y quizás la historia hubiese sido distinta si contaba con su goleador, Silvio Romero. Se define en el Libertadores de América.
En una jornada calurosa, Lanús e Independiente igualaron sin goles en el estadio Néstor Díaz Pérez, en el marco del partido de ida de la serie de cuartos de final de la Copa Sudamericana. Pese a que los dos equipos buscaron preservar la pelota y no arriesgar más de la cuenta, ambos contaron con situaciones de gol y solo faltó puntería para que cualquiera se imponga en el marcador.
Desde el pitazo inicial, la propuesta de los dirigidos por Lucas Pusineri estuvo clara: distribuir el juego en el mediocampo hasta que aparezca un espacio para un pase filtrado. Sin embargo, cuando corrían 21 minutos, los locales fueron quienes avisaron a través de José “Pepe” Sand, quien recibió una muy buena habilitación de Pedro “Pepo” De La Vega, y remató cruzado, exigiendo a Sebastián Sosa.
Inmediatamente, la misma conexión volvería rendir frutos para los de Luis Zubeldía: De la Vega encaró por la banda derecha y lanzó un centro rasante para el goleador que volvió a exigir al arquero.
Tras esta embestida de Lanús, la visita empezó a animarse un poco más. A los 25 minutos, Nicolás Messiniti tuvo una situación inmejorable con la pelota boyando en el área chica pero le pegó mordido. Dos minutos después, Federico Martínez, el jugador más desequilibrante del Rojo en la primera etapa, definió con clase y exigió a Lautaro Morales, que lanzó la pelota al tiro de esquina.
Ya sobre el cierre de la primera etapa, una gran conexión entre Lucas Rodríguez y Alan Velasco, que la empaló para la corrida del lateral, fue sacada en la línea por un defensa Granate. Un tiempo con emociones, pero sin puntería.
En el complemento, ambos equipos volvieron a tenerse mucho respeto en los primeros minutos. Recién a los 57 minutos, el Rojo pondría la primera emoción cuando el mediocampista Lucas González filtró un pase filtrado que Messiniti llegó a impactar sin fortuna frente a Morales.
La respuesta del Granate no tardaría en llegar. Alexandro Bernabei se metió a toda velocidad al área rival y centró un pase que no tuvo destino de gol porque Alexander Barboza llegó a rechazar en el momento justo.
En el ocaso del encuentro, con el cansancio acumulado y el miedo a un contraataque rival, el resultado parecia sentarles bien a los dos equipos, pero Alan Soñora tuvo la chance más clara del partido cuando con pelota dominada dentro del área chica definió sin precisión y la pelota se fue junto al palo izquierdo.
Pese a que el Rojo tuvo las situaciones más clara, el resultado evidenció cuán necesario es para los de Avellaneda la presencia de su goleador: Silvio Romero, quien se espera haya dejado atrás una una distensión en el isquiotibial izquierdo para el partido de vuelta.
La revancha será el jueves 17 en el estadio Libertadores de América, en Avellaneda, y el ganador se enfrentará al vencedor de la llave que abrieron Vélez Sarsfield y Universidad Católica de Chile, con triunfo del elenco trasandino por 2-1 en Liniers.
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