Con controversias como otras en sus 69 años de vida, inmersa en una red tan compleja de intereses comerciales, técnicos, económicos y políticos, la Fórmula 1; a la que tantos pilotos del mundo aspiran a llegar, abre el campeonato 2018. Desde este jueves como es tradicional en Melbourne, Australia.
Con cambios entre los que el Halo se destaca, y le ha otorgado una fisonomía diferente a los autos. Dispositivo para seguridad del piloto, sobre el cockpit, que levantó mucha polvareda, discusiones, apoyos y rechazos.
Con Liberty Media, grupo dueño de la F-1 tras comprar acciones en 2018, tomar el control y desalojar al eterno Bernie Ecclestone, empeñada en estrategias diferentes a las aplicadas con mano de hierro por Bernie, que no han estado exentas de dudas, con la mira puesta en que los espectáculos sean más atractivos.
En lo deportivo, el actual campeón Lewis Hamilton de Mercedes, y Sebastian Vettel por Ferrari, asoman con argumentos, para alcanzar la quinta corona y emular a Juan Manuel Fangio. Los ensayos sindicaron que poco habría cambiado respecto a 2017, mientras la F-1 y desde ya en McLaren ahora asociados a Renault, aguardan el imperioso resurgimiento de Fernando Alonso, luego de un par de temporadas para el olvido con Honda.
Mercedes en 2017 casi infalible con Hamilton número 1. Esta temporada se aguarda que al gran duelo entre Hamilton y Vettel, pudiera sumarse Alonso, sería ideal pero en la realidad asoma alejado. El Halo, los neumáticos más rápidos de Pirelli que sumó dos compuestos nuevos más blancos. Además, motores con asistencia eléctrica que quitaron el estruendoso ruido a la F-1, sobre lo que tomo nota Liberty Media debido al rechazo de aficionados en el mundo, la categoría estrella con las baterías a full, se apronta al primer gran convite.
¿Cómo recibirán el comentado Halo (de titanio, poco estético) para proteger la cabeza de los pilotos? Otra F-1.
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