Guillermo Nielsen, ex secretario de Finanzas, y Eduardo Levy Yeyati, presidente del Concejo Presidencial 2030, analizaron el presente del país y cómo podría desarrollarse el próximo año.

El año próximo el país volverá a crecer cerca del 3%, el dólar crecerá por debajo de la inflación que tampoco volverá a bajar en la medida de lo proyectado en 2016 por el Banco Central y se ubicará en torno al 17% o 18% anual lo que ralentizaría la recuperación del consumo y las exportaciones, son las principales conclusiones de economistas consultados sobre las proyecciones sobre la actividad para 2018.

Guillermo Nielsen, ex secretario de Finanzas, tiene una visión negativa de la reforma tributaria impulsada por el oficialismo que podría ser convertida en ley antes de fin de año. Empero, coincide con economistas cercanos al gobierno en que la economía volverá a crecer el año que viene.

-¿Cuáles son sus proyecciones para 2018?

- La economía va a crecer en torno al 2,5%, algo menos que este año, la inflación se va a ubicar en torno al 17% y 18 % anual. Y hay varios factores que influyen en este crecimiento negativo que hará caer el consumo.

Para el economista y ex dirigente massista -hoy se ubica dentro del variopinto espacio del PJ porteño-, hay factores que limitan el desarrollo de la actividad. ‘Primero la eliminación de subsidios reduce el ingreso disponible porque siguen subiendo las tarifas; segundo, la política monetaria dura va a empezar a afectar al país; el atraso cambiario lo veo acentuándose -la reciente suba del dólar no se tiene en cuenta porque se analiza el global de 12 meses-, es decir no veo recuperación del dólar salvo que empiece a ver problemas con colocaciones de deuda a raíz de expectativas o las imágenes de los incidentes del Congreso: lo que sí me parece es que no van a tener mayores problemas para seguir colocando deuda o Letes (del Banco Central)’, graficó.

El corset para el crecimiento también radica, según su análisis, en los problemas para que se asiente inversión extranjera directa: ‘por los inconvenientes que tenemos como sociedad que no termina de entender las reglas de una economía de mercado’.

En este contexto, Nielsen observó como otro problema la desmesurada expectativa oficial en el desarrollo de obras con inversión Pública y Privada (PPP). ‘Eso es privatizar la inversión, es decir, que un puerto lo hagan las PPP y luego lo pasan al estado; creo que hay un optimismo exagerado con la ley y las gestiones ante organismos internacionales pero Argentina no convence en materia de estabilidad de largo plazo’ para que se multipliquen ese tipo de iniciativas, indicó.

Por este motivo, el economista concluyó que ‘este conjunto de cuestiones va a enfriar la economía, va a crecer menos también por el impuestazo muy fuerte sobre la clase media y media alta, la que tiene capacidad de ahorro, y ahí tenés un combo que significa la pérdida de un punto de crecimiento’.

-¿Por qué cuestiona la reforma tributaria?

- Esa reforma incluye impuestos a la renta financiera, a las transferencias de inmuebles, son 8 impuestos distintos. El gobierno lo vende como una rebaja pero no es así: la eliminación gradual de Ingresos Brutos por las provincias, que es muy importante para su recaudación, la quiero ver en la práctica. También el gobierno dice que se abarata la mano de obra y así le saca presión impositiva las empresas para que reinviertan. Pero las empresas invierten cuando el mercado tira para arriba.

Es que para Nielsen durante el año próximo el consumo va a caer: ‘no va a haber ahorro interno por más impuestos y subas de servicios entonces el ingreso disponible va a bajar restando capacidad de consumo’.

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Por su parte, Eduardo Levy Yeyati, presidente del Concejo Presidencial 2030 -un órgano consultivo que diseña proyectos a largo plazo- y decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Di Tella, remarcó que en 2018 ‘luego de 8 años vamos a crecer por segundo año consecutivo alrededor del 3%. Hacía mucho que veníamos oscilando alrededor de cero. También habrá mucha expectativa con la evolución de la inversión que este año fue y el año que viene posiblemente lo sea un motor de crecimiento, porque siempre es bueno crecer empujado por la inversión y no por el consumo porque te genera capacidad productiva a futuro’.

No obstante, el también economista admitió que ‘sí hay mucha expectativa en cómo se resuelven algunas cuestiones pendientes que nos está costando: inflación y apreciación cambiaria que es un poco el fruto de financiar el déficit fiscal y contener la inflación. Y un tema que tenemos que resolver en el mediano plazo es la lentitud en el crecimiento de las exportaciones porque si queremos crecer 3% o 4% durante 10 años vamos a tener que generar las divisas para pagar por las importaciones asociadas al crecimiento que no son de consumo sino de insumos y de bienes de capital. Hoy las pagamos con deuda lo que está bien por unos años pero hay una asignatura pendiente que todos reconocen que es la de generar dólares para crecer a esta velocidad’.

-¿Y qué otros números maneja sobre el futuro de la economía?

- El año próximo vamos a seguir con la misma tendencia de hasta ahora: crecimiento de casi el 3%, recomposición modesta de la demanda laboral y la inflación va ir convergiendo en números más bajos.

-Hace poco dijo que no es conveniente bajar la inflación por shock...

- Para bajar la inflación tenés distintos niveles de sacrificio: o enfriando la economía o cambiando las expectativas; así el menú se te reduce a enfriar la economía o tener una inflación más alta y hay diferentes visiones. Creo que estabilizar la inflación tiene como objetivo fomentar el crecimiento pero a veces al priorizar la inflación por sobre el crecimiento parecería como poner el carro delante del caballo. Pero hoy tenemos una inflación lo suficientemente alta para que sea prioritaria y cuando pensás en términos de tasas en 1 o 2 puntos más no podes pensar en sacar el pie del freno de la inflación porque volveríamos a niveles inerciales aún más altos. Cuando se discute si se baja la tasa (que fija el Banco Central) y la inflación sube más entonces la discusión es más acotada de lo que la gente piensa.

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