La Justicia falló en contra de la bailarina por el engaño a Diwan, haciéndole poner su apellido al niño. Además usó dolo y culpa para hacerle creer al productor que era el padre. Se impugnó su paternidad y ella tiene que pagar las costas.

Desde que Gisela Bernal se separó de Ariel Diwan entraron en una batalla Judicial que recién ayer tuvo su último capítulo. Esta vez quien perdió fue la bailarina y deberá preparar la billetera.

Es que en el juicio civil que le estaba siguiendo su ex marido por el engaño, la justicia falló en favor del productor y se pudo demostrar que Bernal engañó a Diwan haciéndole poner su apellido al niño, y que usó dolo y culpa para hacerle creer a Ariel que era el padre. De esta manera Diwan le ganó el juicio de impugnación de paternidad y ella tiene que pagar las costas que ascienden a una suma de $ 60.000 en dos expedientes y que todavía no abonó. La abogada patrocinante de Diwan era nada más y nada menos que la doctora Ana Rosenfeld quien ya inició el proceso de ejecución para que le pague lo que la Justicia dijo que le corresponde.

Este es un revés para Bernal ya que hace algunas semanas había festejado públicamente que la Justicia le había dado la razón en el fuero penal cuando Diwan le reclamó por "la sustracción de la identidad" del menor. Esa causa era muy complicada para la bailarina ya que de encontrarla culpable podría haber terminado sus días en prisión.

Pero claramente lo que sí se pudo demostrar fue el engaño y sin dudas mucho tuvo que ver la exposición y la repercusión mediática que tuvo el caso. Este casi que explotó en el piso de "Intrusos" en abril del año pasado cuando el entonces productor teatral Ariel Diwan llegó y dijo que no era el padre del hijo de Gisela Bernal, después de acompañarla como su pareja durante todo el embarazo y de criar al niño durante casi tres años.

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En su momento Bernal aseguró que ellos habían hecho un pacto y que Diwan estaba enterado de que el hijo no era suyo pero que se había hecho cargo de la paternidad. La bailarina contó que nunca puso en duda el momento de hacerse cargo y que ni siquiera preguntó quien podría ser el padre.

Por su parte Diwan le desmintió esa posibilidad y dijo que fue engañado y que se terminó enterando porque una amiga lo puso en alerta para que empiece a investigar. Con el tiempo apareció Francisco Delgado, quien en ese momento estaba dentro de la casa de Gran Hermano, como el apuntado por la paternidad y después de hacer el examen de ADN se confirmó que era su hijo.

Toda esta historia tuvo cruces y amenazas de ambos lados, juicio por la división de bienes por una casa que Diwan le había puesto a nombre de su por entonces mujer y que al sentirse engañado sentía que debía devolver. Ahora la Justicia le dio la razón y Bernal deberá sacar la billetera y pagarle a Rosenfeld su trabajo.

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