
La artista habló, por primera vez, de su lucha interna más dura con la alimentación y las exigencias estéticas. "Vivo con mucho mambo con todo eso".
Con las emociones a flor de piel, Ángela Torres se animó a contar todo lo que sufrió por los trastornos alimentarios que atravesó, a consecuencia de estar expuesta desde chiquita. La actriz y cantante confió cómo sobrellevó una de las etapas "más oscuras" de su vida, conflicto que la acompaña hasta el día de hoy.
"Me costó mucho entender quién era yo. Terminé construyendo una personalidad en base a la mirada de los otros. Estuve muy expuesta desde muy chica en un momento donde tenía que estar, quizás, haciendo otras cosas. No estaba tan conectada con lo artístico sino más en realities, haciendo otras cosas, y eso me perjudicó un montón", compartió Ángela, en una entrevista con Infobae.
"Hubo un momento en que dejé de reconocerme a mí misma, y mis mejores amigos me decían cosas sobre mi personalidad y yo no me reconocía en sus palabras. En un momento dije: no tengo mucha idea quién soy, quién quiero ser, dónde estoy parada, cómo siento, cómo ordeno lo que siento. Y decidí empezar terapia. Y eso fue un antes y un después en mi vida".
"Creo que me veían muy a la defensiva y quizás un poco enojada. Seguramente lo estaba de alguna manera. Era muy adolescente, vieron mi crecimiento. Estoy expuesta desde los siete años, me vieron crecer y me vieron pasar por todas mis etapas. Estuve expuesta cuando me rompieron el corazón por primera vez y tuve que ordenar lo que era ser una niña, estar medio rota y sola, y también estar expuesta. Yo siento que me han dado… Y ahora siento que es la primera vez que estoy recibiendo cariño", reflexionó Torres, en la nota con María Laura Santillán.
"Yo tengo mucho desorden alimenticio y mucho mambo con todo eso. Tiene que ver con que desde muy chiquita se habló de mi cuerpo públicamente y eso me hizo sentir siempre muy, muy vulnerable y muy expuesta. Siempre se me pone el ojo en eso. Me han lastimado mucho con ese tema y mucho más en plena adolescencia, cuando yo tenía 17 años", confió Ángela, en primera persona.
"Me acuerdo que un día prendí la televisión, te lo juro por Dios, no me lo olvido nunca más, estaba en mi casa sola. Prendí la televisión y en el programa de Mirtha Legrand estaban riéndose de mi cuerpo varias personas en la mesa. De que era enana. Decían que era gordita y enana y que no era estilizada. Te mando un beso, Guido. Acá estoy, la gordita no estilizada".
"Me dolió y hasta el día de hoy hay cosas de ese momento en las que tengo que trabajar para sentirme bien. Ser mujer es complejo, de base. Hay mucha exigencia puesta en las pibas en ese sentido. Yo estoy aprendiendo a quererme, me costó mucho, me cuesta mucho. Yo era un huracán de sentimientos. Me encerraba, lloraba y al otro día tenía que ir y poner la cara, trabajar y defenderme a mí misma", recordó, Torres.