Tras un periodo ausente de la TV, la actriz volvió a tomar las riendas de su profesión con más fuerza que nunca. Protagonista de 100 días para enamorarse y encabezando con Guillermo Francella el film animal, se sumó al colectivo de las mujeres para marcar un nuevo camino.

Volver a la tevé es volver a cierto lenguaje del medio que es familiar. Es el momento en que la familia se puede reunir a la noche y reírse y que cada uno siga la historia que más le interese”, revela a propósito de Cien días para enamorarse, propuesta que promedia los 17 puntos de rating. “Con esta historia se pueden sentir reflejados desde un chico hasta alguien más grande. Está bueno que no sea apagar la tele y cambiar de tema, sino que sea un punto de encuentro para todos, pero de verdad. Sin esquivar tampoco los problemas reales ni las dificultades que uno tiene. Me parece que estaba bueno contarlo desde el humor, desde lo real, desde la relación”, sostiene de entrada quién desde la experiencia de Guapas en 2014 estuvo ausente de la trama de la pantalla chica.

“Tenía ganas de realizar una comedia y que sea para todas las edades. También influyeron las personas que iban a trabajar conmigo, son actores que a mí me gusta ver. Todo eso hizo que sea una buena idea para regresar a la tele. Todo el elenco se está divirtiendo mucho con este trabajo y eso creo que se nota. Esas cosas traspasan la pantalla”, dice entusiasmada.

En 100 días para enamorarse, Carla no sólo comparte escena con “viejos conocidos” como Luciano Castro y Juan Minujín sino que además se reencuentra con Nancy Dupláa, compinche de Montaña Rusa. “El productor (Pablo Culell) siempre soñaba con que volvamos a trabajar juntas. A Nancy hacía muchísimo que no la veía. Tenemos amigos en común pero ahora uno ya no tiene tanto tiempo; tiene familia. Fue algo muy lindo saber que íbamos a trabajar juntas, la pasamos muy bien”, garantiza con gracia natural. “Pasaron más de 20 años y también está bueno que sea en este momento donde las dos crecimos mucho y disfrutamos de otra manera también porque cuando nos conocimos éramos muy chicas, era nuestro primer trabajo”, confiesa.

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Chicas maduras

Con Nancy se conocen desde 1995, cuando recién empezaban sus carreras y compartían el elenco de la inmortalizada tira, “Ahora estamos más formadas y maduras, pero también en nuestra profesión. Más allá de lo de afuera en nuestra profesión podemos acompañarnos mejor porque cuando sos más chica no sabes cómo resolver escenas. lo haces instintivamente. Ahora podemos pedir ayuda y preguntarnos de manera profesional más concreta y más segura”, aclara satisfecha por volver al ruedo también junto a Castro. su pareja en el recordado ciclo Lalola en 2007, y Minujín su coequiper en teatro en Venus en piel y en la película Recreo. “Sabía que me iba a gustar mucho trabajar con ellos. Y que mi marido en la historia sea Juan (Minujín) es lo que completó”, detalla de la trama que la ubica como Laura Contempomi, casada hace 18 años con Gastón, su compañero en la facultad de abogacía y con el que ahora comparte la sociedad en su propio estudio jurídico. Padres de dos hijos; Rodrigo de 17 y Santiago de 10 años, hay algo entre ellos, inmersos en la rutina y el estancamiento, que no está bien. “El desafío es encontrarle humor al personaje que es tan estructurado. Su vida no es muy divertida, trabaja, tiene hijos”, cuenta de su flamante rol. “Es la hija mayor de un matrimonio de clase media alta. Tiene un hermano Paul, con quien tiene una relación muy cercana y de sobreprotección. Antonia (Dupláa) es su mejor amiga y con ella comparte y se identifica en la crisis con su marido”, acentúa Carla consciente de los conflictos de la mediana edad que plantea el libro. “En la novela ya tenemos hijos grandes, ya no somos los jóvenes, somos los padres de la historia aunque no se nos nota”, cuenta risueña. “El objetivo es la diversión, pero al mismo tiempo es una historia profunda, dramática y real, que le permite a la gente identificarse”, afirma quién regresó de la mano de Underground, productora de Sebastián Ortega, que le brindó su primer protagónico en Lalola 10 años atrás.

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Nuevas plataformas

Sobre la producción nacional, la esposa de Martín Lousteau explica: “Nos estamos acomodando a una nueva realidad donde las ficciones son a las nuevas plataformas y redes. Hay muy buenos productos y nos tenemos que dar un poco de tiempo también para que se sigan produciendo y para poder probarnos. Acá se produce una tira diaria con la profundidad, tal vez, de lo que uno ve en los unitarios, pero en un programa diario”, se explaya convencida de que la comedia romántica no sólo tiene la aceptación masiva, sino que reúne atractivas condiciones para exportarse más allá de nuestras fronteras. “Esta es una buena oportunidad para mostrar que seguimos haciendo cosas de mucha calidad todos los días y estando afuera para mí fue muy importante haber sido actriz y poder hablar de esto. Yo contaba que soy actriz y cuando mostraba lo que hacía, se sorprendían de las cosas que hacemos acá en la Argentina. Tenemos una identidad interesante en cine y en teatro. Este trabajo en Telefé es un ejemplo de eso”, apuesta Carla sobre el material que presenta 100 días. “Así cómo no me parece mal que estén las novelas extranjeras, nosotros también podemos vender a otros países. Creo que tiene que ser recíproco. Eso se debe regular. La gente no duda cuando ve una buena ficción sea del origen que sea. Pasó con Sandro, la serie, que es un ídolo muy nuestro. Esta comedia también tiene todo para gustar y la gente la eligió”, concluye convencida

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