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El conductor compartió con Susana los detalles y sus temores durante el nacimiento de su hijo. Reconoció que en el parto se sintió solo y sin saber qué hacer, pero reveló que haber cantado Manuelita le ayudó a calmar al bebé en situaciones difíciles. "Con él vamos al Mundial", prometió.
"Asado familiar presentando a Mirko!”, tuiteó Alejandro Wiebe Marley, a media tarde, un rato después de pisar suelo argentino. Tantas fueron las sensaciones y la emoción del conductor en el día, que salvo ese “desliz gastronómico”, optó por una jornada de mesura mediática hasta sentarse en el living de su amiga, Susana Giménez.
Y vaya que expuso sus impresiones apenas llegó. “Viene a compartir el momento más emotivo de su vida ¡Qué lindo que es, por dios!”, describió la diva recibiéndolo, tan emocionada como el flamante papá. Con Vicentico de fondo, el conductor arrancó sorprendiendo con algunos datos. “Hace 25 años, antes de que Ricky Martin se decidiera, yo había viajado para averiguar si era posible tenerlo”, afirmó en relación a la búsqueda de una madre subrogante.
El clásico de María Elena Walsh provocó la risa del estudio de Telefé. “¿Sabés que no tenía idea de la letra completa?, por suerte usé google para saber qué significaba malaquita”, agregó.
Después en detalle, Marley admitió que se sintió angustiado, primero porque le adelantaron la fecha de nacimiento, después porque los médicos le explicaron que Mirko debía permanecer más días en neonatología por ser prematuro. Y, por supuesto, por los temores de la salud del pequeño.
“Durante el parto al ingresar al hospital me sentía como parte de la serie Emergencias. Por suerte las azafatas, digo las enfermeras, se portaron muy bien”, aceptó.
“¡Qué pitulín tenía!”, describió Susana sin sonrojarse apenas mostraron el primer video del bebé. Claro que los dos quedaron embelesados con el bebé durante el programa. Y es que Mirko lloró, se durmió, se despertó. “¿Querés darle la teta? Cuidado a ver si te hace caca?”, bromeó el papá, acaso recordando el último blooper de su amiga hace un par de domingos.
Con un rating que duplicaba a El Trece (Lo mejor de la familia) bordeando los 14 puntos, Susana y Marley se animaron a cambiarlo en vivo. De hecho, la rubia intentó varias veces infructuosamente darle la mamadera.
Entre chistes y recomendaciones los dos acordaron llevarlo de viaje. “Si vamos juntos al mundial, viajamos con él”, prometió Marley, recordaron las numerosas travesías compartidas.
Por fin, Mirko se relajó y Susana, como pocas veces se la vio, gozó espontánea del flamante rol que le dio su amigo y colega. Mirko ya está entre nosotros y con todas las luces. Como se esperaba.
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