El jueves pasado se estrenó en cines comerciales "Gilda: No Me Arrepiento De Este Amor", la película acerca de la vida de la célebre cantante de música tropical e ícono de la cultura popular argentina, y todo indica que batirá records de taquilla para el cine nacional.
Es que esta biopic protagonizada por Natalia Oreiro, en tan sólo una semana desde su aparición en las salas comerciales de nuestro país, ya fue vista por 333 mil espectadores, una cifra verdaderamente impresionante.
A su vez, el film fue muy bien recibido por la crítica especializada, obteniendo puntajes muy altos en la mayoría de los medios de comunicación.
En pleno éxito de la película, DIARIO POPULAR entrevistó en exclusiva a su directora, Lorena Muñoz, quien habló de todo: desde cómo fue la realización de esta obra, pasando por la recepción que tuvo por parte de los familiares y personas cercanas a la fallecida cantante, hasta la ficcionalización de momentos y personajes de la historia de Gilda para su adaptación cinematográfica (que, sin proponérselo, parece responder a las críticas y comentarios realizados por el ex manager de la ídola, José Olaya).
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-¿Estaba en tus planes que después de dos documentales tu tercera película fuera de ficción, sobre Gilda y de un perfil tan alto?
No sé si tenía tanta conciencia de que iba a ser una película tan grande. Yo lo que tenía claro era que quería hacer una película de ficción sobre Gilda. Me entusiasmé mucho con su historia cuando escuché su disco "Corazón Valiente" un día en mi casa y me llamó mucho la atención que repetía los temas casi de manera mántrica. La cumbia tiene algo de mantra en cuanto a la repetición musical. Y además sus letras me parecieron un poco melancólicas, en contraposición con lo alegre que es la música. Entonces empecé a investigar eso. Ese fue como el primer paso. Empecé a hacer una mini investigación que después se profundizó muchísimo. Y con esa idea me empecé a entusiasmar y la fui a ver a Nati (Oreiro) a su casa y le dije que me gustaría hacer una película sobre Gilda, y ella me dijo "yo soy Gilda". Y la verdad que si uno ve la película ahora se da cuentas que es así. Me dijo que le encantaría hacer de Gilda en una película mía, aunque me dijo "pero andá a conseguir los derechos". Eso era lo más difícil. Durante 15 años hubo muchos intentos de distintas productoras de hacer la película de Gilda y a Natalia incluso le llegaron dos o tres guiones terminados, con todo el trabajo que lleva escribir un guión, pero nadie consiguió los derechos. Así que me puse con eso. Primero empecé vía abogados, pero cuando vi que no funcionaba fui a ver al hijo de Gilda a su casa en Devoto. Me atendió Brenda, su mujer, que es divina. Después fui dos veces más. La primera vez que fui, Brenda me dijo que le dejara mis datos, así que le hice una nota con eso y le dejé mis dos películas anteriores. Y la segunda vez que fui le llevé una versión de "No Me Arrepiento De Este Amor" que grabó Natalia especialmente para Fabricio (el hijo de Gilda). Y la tercera vez fui con una carta que escribí junto a Natalia en la que le contábamos por qué queríamos hacer la película, por qué nos entusiasmaba tanto. Que era una película de admiración hacia su mamá, un homenaje. Y eso parece que rindió efecto, porque después él me llamó y nos encontramos. Ahora somos amigos, se fue construyendo un vínculo entre nosotros muy lindo. Y a mí me hace muy bien estar cerca de ellos porque son la historia misma, la verdadera historia.
-¿Cómo fue ese encuentro con Fabricio?
Fue súper emocionante. Es algo que en general no me preguntan los periodistas. Cuando aceptó encontrarse conmigo le dije de vernos en mi casa, porque es el lugar donde más se puede ver quién soy yo. Yo necesitaba que él confiara en mí y que creyera en mi proyecto. Vino a mi casa y fue muy emocionante. Le conté cuál era mi punto de vista, que quería hacer una película intima, una película acerca de Míriam, que se convierte en Gilda a partir de un deseo, de un sueño. Y él me dijo: "Yo siento que todo este tiempo estuve esperando que llegara este momento. Vos sos la indicada". Y me dijo que su mamá hubiese estado orgullosa y contenta de que Natalia la interpretase y de que yo dirigiera la película sobre su vida.
-¿Él pudo ver la película?
Sí. La vio por lo menos cuatro veces, me contó. La vio en su casa. Prefirió no venir a la avant premiere, aunque tuvimos el placer de contar con la presencia de su mujer y de un par de amigas y familiares cercanos de Gilda. Fabri la vio en su casa porque siempre se mantuvo alejado de la prensa y de mostrarse públicamente, más que nada por una cuestión de cuidado. En eso me parece muy bien la decisión que tomó su padre (Raúl Cagnin) todos estos años. Fue un acto de amor enorme mantenerlo alejado de toda la exposición. Porque era un nene, era muy chiquito cuando su mamá, su hermana y su abuela fallecieron en el accidente. Y hubiese sido bastante duro para el si hubiese tenido que exponerse. Eso es algo que hizo muy bien el papá, cuidarlo.
-¿Y qué le pareció la película?
Me dijo que le gustó muchísimo. Que se emocionó. Es un tesoro. Tengo un mensaje guardado de él muy emocionante para mí. Algo muy valioso.
-¿Qué fue lo que más te atrajo de Gilda como para motivarte a hacer una película sobre su vida?
Lo que me pasó fue que me regalaron un disco de ella y me maravillé. Me sedujo muchísimo lo dulce de su voz. Tenía una forma muy hermosa y melodiosa de cantar, hasta con un dejo de romanticismo. Ella hacía una cumbia muy romántica. Pero lo que más me fascinó de todo fue cuando la vi en imágenes, porque pude ver cómo ella le dedicaba los temas al público. Me pareció hermosa la forma en la que le hablaba a la gente. Era una especie de predicadora amorosa. Una predicadora del amor. Le hablaba a la gente con problemas de salud, a la que no tenía trabajo, a los que estaban "solitos del corazón", y ella les decía todo el tiempo que no perdieran las esperanzas. Y la verdad que cuando uno está pasando un mal momento es muy bueno y lindo escuchar ese tipo de mensajes. Es muy hermoso escuchar a alguien que te está mirando a los ojos, que te está hablando con el corazón. Era igual arriba del escenario que abajo. Tenía una simpleza maravillosa y era muy humilde: le daba su número de teléfono a los fans, era amiga de sus fans, se acordaba de los cumpleaños... Era muy comprometida con su público, muy cercana al pueblo.
-¿Cómo fue traer a los músicos de la banda de Gilda que sobrevivieron al accidente para que actuaran de ellos mismos en la película?
Se dio de una manera muy hermosa, natural y orgánica. Yo me encontré con todo aquel que quisiera charlar sobre Gilda y contarme su experiencia. Lo más difícil a la hora de encarar la película de cero era que no teníamos información sobre la vida íntima de Gilda. Pero, por suerte, pude contar con el testimonio de muchas personas que la conocieron, entre ellas dos amigas íntimas, Susana Diorio, que vive enfrente de la casa de Gilda y la conoció desde los 4 años, y Adriana Mariño, que es un tesoro y que vive en Mendoza. Y hay una tercera amiga que es Liliana Cino, que fue amiga de su etapa del profesorado. Entonces pude armar el personaje a través del relato de tres amigas íntimas de tres etapas diferentes de su vida. Eso me ayudó muchísimo, porque viste que una con una amiga una tiene esa cosa mucho mas de confesión. Una a la amiga le cuenta muchas más cosas que a familiares, o a tu novio o pareja. Y también conté con el testimonio de Gilda misma en una nota muy muy buena hecha por Leader Music para el disco "Corazón Valiente", en la que por lo menos por una hora habla a cámara contestando un montón de cosas, desde el perfume que le gusta, hasta qué le gusta de un hombre, qué colores les gustan, sus músicos preferidos, el mundo... Y la verdad que eso me ayudó muchísimo porque me permitió escuchar la palabra de ella, el punto de vista de ella. No sólo cómo hablaba sino qué pensaba y cómo se mostraba ante los otros. Tener todos estos puntos de vista y fuentes cercanas de información me allanó muchísimo la tarea. Después, obviamente, uno decide qué hace con eso, siempre también teniendo en cuenta que encaramos una ficción y que después hay adaptaciones de la realidad, que lo que se cuenta no es absolutamente exacto. No es cien por ciento la verdad, porque tampoco me parece que exista una verdad absoluta. Lo que pasa con estos personajes, como el de Gilda, que se vuelven míticos, legendarios, es que las leyendas están compuestas por distintas versiones. Entonces yo me hice eco de esas versiones.
-Se puede decir que hiciste un abordaje como para una película documental pero para una película de ficción.
Para mí todas las investigaciones tienen que ser así, hagas lo que hagas. Para mí es fundamental que la investigación sea exhaustiva, porque vos tenés que meterte en ese mundo y la gente que mire la película tiene que sentir que vos sabes acerca de lo que estás mostrando y que en verdad reflejás eso. Yo para hacer esta película me fui de gira en dos oportunidades, con dos bandas. Me fui a Entre Ríos, donde la banda estuvo tres días tocando, cinco lugares por noche, y también me fui en una gira en el Gran Buenos Aires, que también fue impresionante. Es fundamental la investigación y también el trabajo de campo, ponerle el cuerpo. Para mí fue esencial a la hora de escribir y a la hora de la puesta en escena.
-Teniendo en cuenta lo que conocés a Gilda por toda la investigación que hiciste sobre ella, ¿por qué creés que muchos la veneran como a una santa, a diferencia de otros ídolos populares muertos trágica y prematuramente, como Rodrigo por ejemplo?
Creo que se debe en gran parte a que ella tenía ese mensaje del que hablábamos antes. Un mensaje para el pueblo de mucha esperanza y de mucha fe. Y cundo uno tiene mucha fe, y demuestra que con mucho trabajo y sacrificio uno llega a lo que se propone, ese es un mensaje muy potente. Y es un mensaje de fe y de amor muy fuerte. Entonces, ¿cómo no creer en ella, en este poder que ella pudiera tener? Que es un poder del amor en realidad. Hay mucha gente que le pidió que le cumpliera algunos milagros y yo sé que han sucedido. Yo soy muy respetuosa de lo que la gente siente y cree, porque me parece que es muy válido agarrarse de algo así cuando uno está mal. Es un mensaje muy amoroso el que ella dio, entonces es muy fácil quererla. Ese amor que ella dio es el mismo amor que vuelve. Te voy a contar algo. En la película participaron muchos fans de ella, y era impresionante la diferencia que había de energía y de imagen al filmar eso respecto a otras escenas. Eso trasciende todo. Trasciende la cámara y el espectador lo siente.
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