Espectáculos
La modelo habló de su nueva vida de casada, pero su marido evitó hablar de la investigación por evasión de la AFIP. También fue parte del ciclo Palermo, quien anticipó sus planes cuando cuelgue los botines.
Susana Giménez recibió ayer en su living a Martín Palermo, hombre del día tras el triunfo xeneize del domingo, y a los flamantes esposos Karina Jelinek y Leonardo Fariña, quienes suspendieron su viaje de bodas para asistir al programa.
En su segundo programa de esta temporada, Susana Giménez hizo una autocrítica de su debut en el que, entre otras “perlitas”, confundió la profesión de dos de sus Susanos. Con el desparpajo que la caracteriza, la diva confesó que no le había gustado el vestido que usó en su primer envío, el jueves pasado. Luego recibió a Palermo, quien confirmó que piensa retirarse del fútbol cuando termine la actual temporada, para lo cual le quedan solamente cinco partidos.
“Me di cuenta que se está acercando el final, por eso jugar el último Superclásico me llegó a emocionar. Me dio cierta nostalgia”, aseguró Palermo, quien dijo que con (Román) Riquelme “no somos amigos, aunque lo respeto como compañero y profesional”.
Susana insistió para que Jésica, la novia del jugador, se sumara a la charla. Visiblemente enamorados y tomados de la mano, la joven y Martín comentaron que después de jugar el último partido, en junio próximo, irá a la despedida del Pato Abbondanzieri y luego piensan emprender un largo viaje por España e Italia, tras el cual el goleador va a plantearse seriamente su futuro, ya que entre sus planes profesionales está convertirse en DT, y en los personales tener un hijo con Jésica.
Luego llegó el turno de Jelinek y Fariña. En una charla distendida ella aseguró que pese a estar casada con un millonario “quiero seguir trabajando”. Luego contó Susana que conoció a Karina hace años en un desfile, a lo que la joven acotó “Sí, donde yo hacía de Coca Sarli... ¡estaba en bolas, con una hoja de parra!” y Susana acotó: “¿Qué tendrías, 14 años?”.
Puesta a contar su veloz noviazgo y casamiento con Fariña dijo que: “El amor no tiene mucha explicación, lo vi y me enamoré en Punta del Este hace tres meses y medio. Sé que es fuerte la historia, no me arrepiento, estoy muy feliz. El estaba medio borrachito cuando me propuso casamiento... y cuando uno toma es más sincero. Así que me regaló un anillo. Le dije que lo iba a pensar... y después dije ‘sí, me relajo, me cansé de los hombres inseguros’”.
“Te aconsejo, si vos te enamorás...” -dijo Jelinek, pero fue interrumpida por Susana: “No quiero enamorarme, no me han tratado bien. Soy tan feliz así que lo estoy pasando brutal. Jamás me casaría con un pobre, ya mantuve varios”.
Fariña contó su versión de la historia con Karina: “No sabía quién era, no miro mucha tele. Un amigo me dice cuando nos cruzamos: ‘Esa es Karina Jelinek’, y le dije, ‘Yo voy a estar con esa chica’. A las dos semanas nos conocimos y ahora estamos casados”.
Por último, Jelinek dijo sobre su vida de casada que no pierde la sensualidad de su etapa de noviazgo: “A mi marido lo espero cocinando milanesas entangada y con portaligas”. Susana quiso explotar el tema de la semana, que era el de la supuesta evasión impositiva de Fariña, pero éste no le dio lugar. Cuando Su le dijo: “Vos tenés dos Ferrari ¿no?”, él le contestó: “Hablemos de otra cosa”.
“Me di cuenta que se está acercando el final, por eso jugar el último Superclásico me llegó a emocionar. Me dio cierta nostalgia”, aseguró Palermo, quien dijo que con (Román) Riquelme “no somos amigos, aunque lo respeto como compañero y profesional”.
Susana insistió para que Jésica, la novia del jugador, se sumara a la charla. Visiblemente enamorados y tomados de la mano, la joven y Martín comentaron que después de jugar el último partido, en junio próximo, irá a la despedida del Pato Abbondanzieri y luego piensan emprender un largo viaje por España e Italia, tras el cual el goleador va a plantearse seriamente su futuro, ya que entre sus planes profesionales está convertirse en DT, y en los personales tener un hijo con Jésica.
Luego llegó el turno de Jelinek y Fariña. En una charla distendida ella aseguró que pese a estar casada con un millonario “quiero seguir trabajando”. Luego contó Susana que conoció a Karina hace años en un desfile, a lo que la joven acotó “Sí, donde yo hacía de Coca Sarli... ¡estaba en bolas, con una hoja de parra!” y Susana acotó: “¿Qué tendrías, 14 años?”.
Puesta a contar su veloz noviazgo y casamiento con Fariña dijo que: “El amor no tiene mucha explicación, lo vi y me enamoré en Punta del Este hace tres meses y medio. Sé que es fuerte la historia, no me arrepiento, estoy muy feliz. El estaba medio borrachito cuando me propuso casamiento... y cuando uno toma es más sincero. Así que me regaló un anillo. Le dije que lo iba a pensar... y después dije ‘sí, me relajo, me cansé de los hombres inseguros’”.
“Te aconsejo, si vos te enamorás...” -dijo Jelinek, pero fue interrumpida por Susana: “No quiero enamorarme, no me han tratado bien. Soy tan feliz así que lo estoy pasando brutal. Jamás me casaría con un pobre, ya mantuve varios”.
Fariña contó su versión de la historia con Karina: “No sabía quién era, no miro mucha tele. Un amigo me dice cuando nos cruzamos: ‘Esa es Karina Jelinek’, y le dije, ‘Yo voy a estar con esa chica’. A las dos semanas nos conocimos y ahora estamos casados”.
Por último, Jelinek dijo sobre su vida de casada que no pierde la sensualidad de su etapa de noviazgo: “A mi marido lo espero cocinando milanesas entangada y con portaligas”. Susana quiso explotar el tema de la semana, que era el de la supuesta evasión impositiva de Fariña, pero éste no le dio lugar. Cuando Su le dijo: “Vos tenés dos Ferrari ¿no?”, él le contestó: “Hablemos de otra cosa”.
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