Espectáculos
HBO organizó una verdadera fiesta para los seguidores de esa serie, que contó con una escenografía monumental, muestra con de objetos, sesiones de fotos y hasta lucha medieval en vivo
Un domingo a la tarde en el barrio porteño de La Boca parece ser un lindo paseo para los turistas que visitan la ciudad de Buenos Aires, pero los fanáticos de Game of Thrones se convirtió en una cita obligada ya que allí, HBO organizó el GOT Fest, un evento que culminó con la proyección en pantalla gigante del episodio final.
La reunión se concertó en Arena Studios (avenida Pedro de Mendoza al 900), una antigua fábrica abandonada que, como es habitual en ese barrio, se recicló en gigantescos galpones donde se han grabado infinidad de comerciales, serie de TV (Los Únicos) y películas ( El Inventor de Juegos), además de que sirve también como un enorme estudio fotográfico y de organización de eventos.
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Pero este domingo, el Arena se transformó en una pequeña réplica de Westeros, con una escenografía cuidadísima que reproducía los paisajes más importantes de las ocho temporadas de la serie, y que le permitió a los fans no sólo tomarse fotografías junto a los cosplayers sino también participar de juegos interactivos.
En la entrada nomás, un gigantesco Drogo escupía humo cada vez que Daenerys Targaryen condenaba a alguien a muerte al grito de “Dracarys”. El efecto, entre terrorífico y sensacional, arrancaba sonrisas de parte de los asistentes, que pasaban bajo el vapor para ingresar al primer galpón.
Ya adentro del mismo, sobre un escenario, estaba el famoso árbol corazón de Invernalia, con Bran sentado en su silla, a su lado, y una constante lluvia de espuma que simulaba el caer de las hojas. Abajo del árbol, al ras del suelo, estaba una réplica de la puerta que sostenía Hodor la última vez que se lo vio, con las manos de los muertos sobresaliendo y un actor que se tomaba fotos con los asistentes.
De tanto en tanto, una banda tocaba, con una fidelidad asombrosa, los temas más emblemáticos de la banda de sonido de la serie.
Con sólo darse la vuelta, los asistentes podían ver una tienda Dothraki con un imponente guardia de esa raza, y adentro un Khaal con cara de pocos amigos.
Más allá, siguiendo el circuito, había una atracción interactiva llamada “La muralla”, donde se podía participar de un juego que consiste en golpear el hielo de la cámara frigorífica en la que transcurre, e intentar encontrar las monedas allí escondidas.
A la salida, cosplayers disfrazados de El Rey de la Noche, uno de sus caminantes y Jon Snow se tomaban fotos con los visitantes como fue el caso del youtuber Magnus Mefisto y su novia Carolina, o Kamikaze Capilar, como se la conoce en las redes sociales.
La siguiente parada en el recorrido era una pequeña muestra de objetos como la corona de Joffrey Baratheon, uno de los increíbles vestidos de Cersei Lannister, y las espadas de Jon Snow y los dothrakis.
El siguiente punto era el más codiciado de la tarde: una foto en el Trono de Hierro, disputado por ocho casas, cuyos emblemas se podían ver en una pared lindante.
El recorrido continuaba con una atracción dedicada los dragones de Daenerys, se podía ver El salón de los rostros de “Nadie”, en donde los visitantes “agregaban” sus facciones a la colección del asesino. Las últimas dos atracciones consistían en la Puerta de la Luna, donde los arriesgados se animaban a “arrojarse” para la foto, y el trono de Dragonstone, en compañía de “Missandei”.
A la salida de ese galpón, la producción de la agencia Jeffrey Group Argentina montó una taberna muy bien ambientada, frente a la cual se enfrentaban caballeros medievales en combates que despertaban gritos y aplausos entre las más de dos mil personas que se acercaron al evento.
Finalmente, la última parada de este megaevento era el otro gran galpón, acondicionado para la proyección del episodio final. Por fortuna para los que fueron con tiempo y no estaban al día, desde las 14 horas se comenzaron a emitir los episodios de la octava temporada para llegar, justo a las 22, a la transmisión en vivo del último de ellos, en cuatro pantallas gigantes.