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La exitosa cantante Patricia Sosa cuenta una parte de su asombrosa vida, llena de desafíos, saltos al vacío y recompensas que le permitieron transformares, no solo en una artista integral, sino en un persona excepcional.
Muchos años han pasado de aquella Patricia Elena Sosa, la joven estudiante que vivía en Barracas y soñaba con ser arquitecta, a la mujer de hoy que deslumbra en los escenarios y continúa con su crecimiento espiritual.
El rock, la persecución de la policía, las giras interminables, la solidaridad todos los elementos que convergen en un solo ser de luz, que a través de la música logra trascender a lugares que no podría imaginar ni es sus mejores sueños.
La historia de vida de Patricia Sosa esta cargada de innumerables anécdotas, que contadas por su propia protagonista toman una dimensión especial, que ayuda a entender el por qué de esta gran artista.
Eduardo, Rubén y el grupo Byblos
La infancia de Patricia Sosa no estaba ligada a la música como protagonista, sino más bien como oyente. En la adolescencia en Barracas, su ingreso al Grupo Vocal Azurduy le posibilitó -por esas cosas del destino- transformarse en cantante de un grupo de rock y conocer a su compañero de vida: Oscar Mediavilla. Sus comienzos. ¿Cómo fue su llegada al escenario?.
Imágenes capturadas con moto g72
La chica que no sabía cantar
Aunque parezca increíble, Patricia Sosa reconoce que se transformó -realmente- en cantante después de su cuarto disco con La Torre. Dueña de una voz poderosa y fácilmente reconocible, explica que antes era puro grito y esfuerzo. Compositora desde pequeña, guardaba sus temas en un cuaderno y en un viejo grabador "Geloso". El primer simple que compró, y los longplays que la acompañaron durante sus entregas de arquitectura.
El debut y la policía
El disgusto -y miedo- que generó en su familia su ingreso en el mundo del rock. La consagración de su banda Nomady Soul con la presentación de SIlvio Soldán en el programa "Feliz Domingo" de Canal 9. El frustrado debut de La Torre por la intervención policial, y los padecimientos por las detenciones de Oscar, por ser joven, rockero y pelilargo.
De Valentín Alsina a Madrid, sin escalas
La perseverancia y obstinación de Oscar Mediavilla, que desde un teléfono público en Valentín Alsina, llevaron a Patricia Sosa y al novel grupo La Torre a su primera gira por España, un fascinante viaje iniciático de una banda de jóvenes que culminó como teloneros de dos de las bandas más importantes de la Madre Patria.
Oscar, el obsesivo
La extraordinaria experiencia de la primera gira internacional de La Torre, el gasto del primer cachet, la aventura en el bingo y el regreso triunfal a Ibiza. Patricia Sosa cuenta una increíble anécdota del hombre que la acompaña desde su adolescencia, Oscar Mediavilla, un obsesivo que busca la perfección en el trabajo.
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Adiós a La Torre
En 1989, luego de siete años al frente de La Torre, la entonces reciente madre Patricia Sosa decidió dejar el grupo, después de sus dos exitosas giras por la vieja Unión Soviética. El gran esfuerzo que atravesó en esos últimos años al frente de la exitosa banda, la llevó a dar el salto y emprender su carrera solista.
"Mujeres ya tenemos"
La búsqueda de nuevos rumbos musicales impulsó a Patricia Sosa a realizar un cambio en su vida. Después de grabar su primer disco en solitario vivió una las situaciones más bizarras con el gerente de una discográfica. "Mujeres ya tenemos" fue la respuesta que obtuvo en su primera entrevista. La generación de un nuevo público, absolutamente heterogéneo.
"Y te amaré..."
La solidaridad es una actividad permanente en la vida de Patricia Sosa, que durante diez años presidió la Fundación "Pequeños Gestos, Grandes Logros" que la embarcó en la ayuda a grupos aborígenes en el Chaco profundo. La misteriosa carta en el sobre rojo que modificaría su vida por completo y el poder oculto de la canción "El mar más grande que hay".
Hay que devolver
Las señales que permanentemente marcan la vida de Patricia Sosa se hicieron presentes -una vez más- ante la aparición de una misteriosa joven toba que pidió ayuda para su pueblo. El inicio de una aventura que empezó con dos camiones y diez voluntarios y terminó involucrando a más de tres mil personas. Tal fue su compromiso que desembocó en problemas de salud que perduran hasta hoy.
El Futuro
El futuro de Patricia Sosa no esta planificado por ella, porque sabe que "hay un destino tan hermoso" que la espera, y como para demostrarlo, cuenta alguna de sus fascinantes historias. Su camino espiritual, rodeada de sus afectos y brindando esperanza en quienes la siguen "poniendo el doble de lo que el otro no tiene".
Mientras comienza a trabajar en lo que será su próximo disco, Patricia Sosa repasa una pequeña parte de su vida dentro del mundo de la música, y con su noble y desinteresada tarea de ayuda al prójimo.
Lejos de la pose de rock star, o de la "sufriente solidaria", la cantante se muestra tal como es: mujer extraordinaria y humilde que se preocupa y se ocupa en ser una mejor persona, para sí misma y con el prójimo.
Definitivamente el éxito la hizo mejor persona, y no por la trascendencia como una artista descomunal, sino por haber encontrado el camino correcto que le permitió lograr la mejor versión del ser humano llamado Patricia Sosa.
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