Cristian Ponce y Hernán Bengoa, creadores de la serie animada de terror La Frecuencia Kirlian aseguraron que la plataforma Netflix, el gigante del streaming, “transformó un género de nicho como la animación para adultos en algo masivo”.
Con una estética que privilegia las siluetas y oculta los rasgos finos para realzar la atmósfera de misterio, La Frecuencia Kirlian está ambientada en 1987, en un ficticio pueblo bonaerense en el que ocurren todo tipo de episodios extraños y sobrenaturales y cuenta en cinco episodios auto conclusivos, como el locutor de una radio de trasnoche toma inquietantes llamadas al aire e introduce al espectador a un mundo en el que criaturas que recuerdan a vampiros, hombres lobo, monstruos o brujas son moneda corriente.
Tras el estreno en 2017 y un lento boca en boca que se tradujo en un crecimiento en plataformas gratuitas, Kirlian llamó la atención de Netflix, que incluyó toda la primera temporada en su catálogo.
En tal sentido Cristian Ponce señaló que la serie “es una combinación de dos cosas que me gustaban mucho, que eran la radio y el género del terror, en particular las antologías de terror y el género fantástico como la Dimensión Desconocida o Cuentos de la Cripta.
La idea era usar como núcleo uno de esos programas de trasnoche con esos locutores que saca al público al aire y mantiene viva la radio durante toda la noche”.