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El entrenador trabajaba en el Sevilla y el grito fue para el fisioterapeuta porque no antendía a Diego Maradona. Su frase, además, desató un mito inglés
A lo largo del tiempo, Carlos Salvador Bilardo ha dejado un legado de anécdotas y momentos futbolísticos que pasaron a la historia. Muchas de ellas entraron en la polémica y fueron cuestionadas por la grieta futbolística que existió entre sus defensores y sus detractores. El 6 de febrero de 1993, hace exactamente 25 años, el Doctor tuvo una de sus escenas más conocidas cuando, en el estadio Riazor gritó: "Pisalo, pisalo".
El partido fue entre el Sevilla de Diego Maradona y Bilardo contra el Deportivo La Coruña. Después de un lateral, el Diez quiso agarrar la pelota, pero rápidamente Alberto Albístegui, defensor rival, salió a marcarlo, Diego intentó llevarse la pelota, y con la punta del pie le pegó en la cara a su marcador, que quedó tirado en el piso. Y ahí empezó el show. Domingo Pérez, fisioterapeuta del equipo blanquirrojo, ingresó a la cancha y, como vio que su enganche ya estaba recuperado, fue a darle una mano al rival. Bilardo enloqueció.
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"Domingo, Domingo. ¡A Diego! A Diego... ¡ay, en vez de agarrar a Diego agarra al otro!", vociferó por los aires. Enloquecido mientras aplaudía, se agarraba la cabeza y se golpeaba contra el banco. "Me quiero morir. Me quiero morir. Domingo, Domingo. Los de colorado son nuestros. Los de colorado son nuestros".
La dantesca escena no duró más de treinta segundos. El fisioterapeuta vio que ambos jugadores se recuperaban y volvió al banco de suplentes. Ahí, Bilardo lo frenó, se le sentó al lado y le dijo la frase que quedó para la posteridad: "¿Cómo vas a atender al otro? Qué carajo me importa. Pisarlo. Pisarlo. Al contrario, pisarlo".
Años más tarde, en una entrevista con La Voz de Galicia, Pérez se defendió y dijo: "Lógicamente me puse a echarle a una mano al chico mientras llegaban las asistencias de su equipo". A su vez, Bilardo en una entrevista con el diario Marca comentó, a pura risa: "Me acuerdo bien. En el fútbol, como en el periodismo, no podés dar ventaja". "Si un diario rival te quita una exclusiva, el director te llama a los cinco minutos y te dice '¿qué estás haciendo?'. Acá, lo mismo", graficó.
A raíz de esa situación, en diferentes canchas de España se empezó a cantar "Pisarlo, pisarlo" en determinadas situaciones con respecto al rival. Sin embargo, lo más llamativo fue la aparición de una leyenda urbana que tuvo comienzo en un encuentro entre Zaragoza y Chelsea por la Recopa 1994/1995. Los hinchas del conjunto inglés tuvieron un fuerte cruce con la Policía en las tribunas y los fanáticos del Zaragoza comenzaron a gritar, ante esta situación, "Pisarlo, pisarlo", avalando el accionar policial.
No obstante, según cuenta el periodista José Antonio Petón, distintos medios de Inglaterra aseguraron que los fanáticos del Zaragoza gritaban "Peace and love". El único inconveniente es que esa afirmación no ha sido confirmada y, por esas razones, solo quedó en una historia de tablón.
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