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El equipo de auditores que constata que las declaraciones juradas que presentan las entidades concuerden con sus obligaciones detectó más de un caso de incumplimientos. Agremiados, aún, no notificó ningún caso
Las auditorías internas que realiza la Superliga sobre las declaraciones juradas que entregan los clubes, encendió las alarmas ya que no se trata de un único club, sino de varios con irregularidades. El sector económico financiero detectó incumplimientos o demoras en los pagos a los jugadores, situación que -de confirmarse- motivaría sanciones deportivas.
Semanas atrás, los números de Rosario Central encendieron la primera alarma: el club rosarino fue señalado por la Unión de Trabajadores Entidades Deportivas y Civiles (UTDyC) por atrasos en los pagos a sus empleados o irregularidades en la prestación de la obra social. Si bien ese campo no es sensible de sanciones en Superliga, una medida de fuerza de los empleados que impida la apertura del estadio, expondría al Canalla a un apercibimiento o pérdida de puntos.
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Pero ese punto no es el central: las pesquisas apuntan a dilucidar si además el club no le paga a sus futbolistas.
No solamente el club rosarino está bajo la lupa. Existen otros tres clubes a los que la Superliga les requirió información complementaria a sus declaraciones regulares para confirmar o descartar sospechas.
Los números y los reclamos que llegan extraoficialmente a la Superliga “hacen ruido” en la Superliga, según confirmaron a POPULAR fuentes de esa entidad.
Por su parte, Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) no respondió las consultas realizadas por este medio: sólo con que el sindicato responda ante un pedido de sus afiliados para que en la Superliga automáticamente inicien una investigación para elevar al Tribunal de Disciplina.
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