Durante la entrevista, a Bauza le acercamos dos fotos de Gerardo Martino: una del día que asumió y otra del día que renunció, poco menos de dos años después.
El paso del tiempo dejó en el Tata una muestra del envejecimiento prematuro al que se someten quienes llegan a cargos de alta exposición. El Patón vio a Martino y, tal vez, a sí mismo en un futuro no tan lejano.
Las fotos que observó Bauza:-Tenemos dos fotos para mostrarte: éste es Martino el día que asumió en la Selección...
-Estaba feliz, ¡estaba feliz!
-Y éste es Martino el día que se fue...
-... Bueno, esteee, todos los técnicos han padecido, no sé si decir frustración, pero vos llegás a un lugar... Todos los técnicos tienen la ilusión de dirigir a la Selección de su país. Acá es muy complicado, por todo lo que implica, porque no tiene que ver con lo futbolístico nada más, es con la vida diaria, con todas las decisiones que tenés que tomar. Es totalmente diferente a ser seleccionador de Alemania, que te dicen: "Señor, usted durante ocho años va a ser el técnico". Y les chupa un huevo si ganaste o si perdiste, juegan de la misma forma hace 40 años y dentro de 40 años van a jugar igual, están mucho más tranquilos. Para nosotros, cada partido es una lucha. Antes, después... Entonces terminás así (mira la segunda foto), amargado.
-Amargado, envejecido, molido a palos, como que en dos años pasaron veinte...
-Y sí. No tenés tiempo de disfrutar. Por eso juego al tenis, es una boludez, porque es lo único que me saca de todo durante dos horas. Cada tanto voy, una o dos veces por semana; antes iba tres o cuatro. Son dos horas en las que no pienso en nada, me evado...Eso me ayuda, si no, tenés la cabeza pensando todo el tiempo. El partido entre Brasil y Colombia lo vi diez veces, diez, eh, ¡y no lo quiero ver más!