Luego de vencer a Vélez en su mejor partido del año, el objetivo de Boca era sumar los nueve puntos que seguían, ante rivales supuestamente accesibles, como Patronato, Atlético de Rafaela y Arsenal, para poder estirar la ventaja en la punta y llegar con más aire a los choques ante Estudiantes, River y Newell’s. Sin embargo, en la semana previa al choque con los entrerrianos perdió a su jugador más desequilibrante, Ricardo Centurión, jugó un partido horrible y se lo empataron sobre el final de manera poco creíble.
La ausencias de Gago y Centurión le hicieron perder creatividad en el medio y no ha encontrado sustitutos que puedan disimular ese tema. Y si bien es cierto que Wilmar Barrios le dio más marca y orden, le faltan generadores de juego que alimenten a los delanteros.
Ante Patronato, Boca fue un equipo sin ideas, que chocó contra las dos líneas defensivas que armó la visita, sin que Pablo Pérez o Rodrigo Bentancur tomaran la posta para manejar el equipo.
Y así las cosas, para colmo de males, Benedetto quedó muy aislado, Pavón volvió a un rendimiento bajo y tanto al chico Nazareno Solís como a Junior Benítez les costó asumir el reemplazo de Centurión.
Ciego a la hora de atacar, encontró el gol en una jugada aislada, y aunque Patronato jamás lo preocupó, se animó en los últimos cinco minutos y encontró las facilidades habituales de una defensa de Boca que hace agua por todos lados. Prueba de ello es el gol del empate, que nace en una mala entrega de Barrios, es cierto, pero que después cuenta con una serie de “eventos desafortunados” de errores individuales y de conjunto del local.
El pelotazo largo de Guzmán cae en la cabeza de Gagliardi, ante un Peruzzi sin respuestas, y el envío al medio pasa entre los dos centrales, quienes no atinan a nada, dejando solo a Damián Arce, que aparece en el medio del área, ante un Fabra que se quedó mirando en la mitad de la cancha y con un arquero que ofreció poca resistencia.
Esa zona, la defensiva, es sin ninguna duda la más preocupante del líder, ya que por más que se ponga en ventaja, cae en un estado de pánico por una línea de fondo que jamás ofrece garantías, sobre todo por el lado de los centrales.
Ante esta situación, vale la pregunta: ¿Qué hizo de malo Fernando Tobio para no volver al equipo, si además en su momento salió por lesión?.
Y en ese sentido, el bajísimo nivel de Insaurralde será, sin dudas, un tema a evaluar por el técnico, como así también esa falta de carácter y un pesimismo marcado que hace el equipo caiga en los mismos errores y sea sorprendido en el cierre de los partidos. Algo que ya no le puede suceder más, en una recta final donde debe hacerse fuerte para aprovechar la ventaja que lleva.
Como ocurrió en San Juan, cuando enfrentó a San Martín, Boca contará nuevamente con la chance de llevar a sus hinchas. La Seguridad aceptó que se vendan 2500 localidades para los xeneizes, 2000 de las cuales serán populares y las 500 restantes plateas.
Hoy serán giradas las entradas a la AFA, de donde Boca las retirará y luego deberá determinar como las sacará a la venta.
Por lo pronto, ya se sabe que las 500 plateas tendrán un valor increíble, de 1000 pesos cada uno; mientras que las generales ya están al nuevo precio de 250 pesos.
Recordemos que el partido se jugará el domingo, a las 16.15, en el estadio Nuevo Monumental, con capacidad para unos 14.600 espectadores.