La UEFA Champions League tiene dos nuevos clasificados a los cuartos de final: Manchester City goleó ¡7-0! al Leipzig con un show de Erling Haaland, y el Inter de Lautaro Martínez empató 0-0 con Porto, ambos pasaron de ronda. Mañana cierran los octavos Real Madrid - Liverpool y Nápoli - Eintracht Frankfurt.
Manchester City desfiló en el Etihad Stadium y tras el 1-1 en la ida, no tuvo inconvenientes en sellar su clasificación. El abultado triunfo tuvo dos claves: la relación de amor que Erling Haaland tiene con el arco, y el nivel casi amateur de la defensa alemana.
A los 22' del primer tiempo, el local abrió el partido por un penal por mano que el árbitro no advirtió pero sí el VAR: el noruego la cruzó y lo cambió por gol. Un minuto después, agarró el rebote de un remate al travesaño de Kevin De Bruyne y de cabeza, metió el segundo. Y en el final de la primera etapa, capturó otro rebote, esta vez en el palo y por un cabezazo de Ruben Dias y solo debió empujarla.
Luego, en el segundo tiempo, cuatro minutos le tomó minutos a Haaland meter otros dos tantos: a los 7', de cabeza, y a los 11', adueñándose de otro rebote que dio el arquero tras un roce de Akanji a la salida de un córner. Así, el ex Borussia Dortmund igualó la marca de Lionel Messi y Luiz Adriano como los únicos futbolistas en marcar 5 goles en un mismo partido de UEFA Champions League, pero no pudo romper el récord porque Guardiola lo sacó.
Ilkay Gundogan, apenas iniciado el complemento, y Kevin De Bruyne con un derechazo al ángulo sobre el final del partido, también se anotaron en el resultado. Julián Álvarez ingresó a los 62 minutos, justamente en lugar de Haaland.
El Neroazzurro se abrazó al 1-0 logrado en Italia y, sufriendo hasta el final, logró sostener el empate en cero en Portugal y dejó afuera al Porto. El equipo de Simone Inzaghi fue a defenderse y terminó haciendo figura a su arquero. Lautaro Martínez jugó los 90 minutos.
El primer tiempo fue parejo, en el que los portugueses fueron los que buscaron con la pelota, pero sin terminar de someter a los italianos, que jugaron al contraataque. El complemento le sentó claramente mejor al Porto. Inzaghi sacó a tres de los cinco defensores, y los que entraron no estuvieron a tono, lo que sumado a la necesidad de los Dragones de buscar el empate hizo que Inter sufra y mucho.
En tiempo cumplido, Porto tuvo cinco chances clarísimas de gol: el arquero Onana atajó una, y en complicidad con el palo sacó otra; el travesaño también le negó el alargue al local, y Dumfries sacó una pelota en la línea. Final infartante. La impotencia de los portugueses generó la expulsión de Pepe en el final, por lo que Porto terminó con 10.
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