
Jonathan Maidana, Éder Álvarez Balanta y Leandro Vega son los únicos zagueros naturales del plantel. Maidana es el referente, el líder de la defensa; el intocable. El colombiano levantó su nivel en el Mundial de Clubes, pero habrá que ver si lo reafirma en este semestre, si recupera la versión del primer Balanta: el impasable, el talentoso. Y Vega no tiene rodaje en el medio de la última línea, ya que Gallardo lo utilizó —salvo momentos específicos de algunos partidos— como lateral izquierdo.
La otra variante, en caso de emergencia, es mover a Gabriel Mercado y jugar con Milton Casco como lateral derecho. Sin embargo, no es la idea del entrenador: el oriundo de Puerto Madryn, como "4", es uno de los puntos más altos de River.
En este mercado de pases donde el foco estuvo permanentemente puesto en el centro del ataque, quedó descuidada la cuestión central. Es que antes abundaban los zagueros: Germán Pezzella, un futbolista de categoría, no tenía lugar como titular; Ramiro Funes Mori sacaba todo lo que pasaba cerca del área de River; y Mammana era un proyecto. Hoy no está ninguno de los tres.
Desde diciembre hasta acá, de todos modos, trascendieron algunos nombres para reforzar ese sector de la cancha. Se habló de Alejandro Donatti, de Javier Pinola, de Sergio Vittor. Son tres imposibles: los primeros dos renovaron sus contratos con Rosario Central, y el último es la nueva incorporación de Racing.
Y el mercado local no ofrece grandes opciones: Conti era el tapado de Gallardo. Lo siguió durante los últimos seis meses. Fue una de las vedettes de este mercado. Lo buscaron todos los grandes, salvo Boca. El jugador, también en diálogo con Tyc Sports, metió presión: dijo que no lo dejaban irse, que los dirigentes no le renovaron el contrato. La presión -hasta ahora- no alcanzó. O tal vez, los dirigentes de Colón, conscientes de que están entrando euros a la tesorería del Monumental, estén maniobrando para subirle el precio.