Claudio Martínez, cuyo domicilio fue baleado el domingo, criticó a los encargados de la seguridad provincial, en particular al coordinador Diego Maio, y expresó que analiza irse del país por lo sucedido.
El secretario de Newell's, Claudio Martínez, dijo ayer que los funcionarios provinciales de los cuales depende la seguridad "cuidan su sillita y no hacen su trabajo" por la rueda de prensa que dieron a primera hora de la mañana. Donde el Ministerio de Seguridad manifiesta que el dirigente leproso es atacado por haber tenido contactos previos con grupos de la barra brava rojinegra. Y admitió que piensa "dejar el país" por los tres ataques que recibió, el más feroz fue el domingo con 30 impactos de bala sobre el móvil policial que lo custodia y la fachada del edificio donde vive con su familia.

Ante esta situación, el directivo, que se encuentra de licencia, tras el primer ataque a balazos ocurrido el pasado jueves 4 de agosto, manifestó: "Mi agrupación es la única o una de las pocas que no habló con grupos de violentos durante la campaña. Yo había decidido no salir a hablar por los medios porque no estoy pasando un buen momento, pero al escuchar a (Fernando) Perevengo lo que dijo, es indignante", aseguró, enojado, por la emisora radial LT2 de Rosario, sobre el subsecretario de Políticas Preventivas.

Posteriormente, aclaró: "En realidad, a nosotros nos interceptaron en el estacionamiento del club, fuimos amenazados e hicimos la denuncia cuando estaba con el presidente (Eduardo) Bermúdez y el vicepresidente (Cristián) D'Amico. Me parece que es fácil salir a responsabilizar a una persona que está hoy totalmente indefensa", reflexionó.

Y fue más duro al pedirle la renuncia a Diego Maio, el coordinador de seguridad en eventos deportivos: "Lo que veo es que el señor Diego Maio lo único que hace es operar en los medios, cuidan su sillita, el puestito y no hacen su trabajo, creo que debería renunciar. En el operativo de ayer en la cancha hicieron cualquier cosa, hablé con él por teléfono y terminamos discutiendo, porque me hablaba de los logros que se consiguieron", contó indignado.

Finalmente, agregó: "Ninguna de las causas están avanzando, ni el ataque anterior a mí, ni la muerte de las dos personas, una en la puerta del club, porque la semana pasada estuve hablando con los fiscales de cada causa. No contienen a la víctima ni a su familia, salen a desprestigiarme y no estamos en elecciones. Ellos tienen que dar la cara a la sociedad porque es un desastre la seguridad en cualquier barrio de la ciudad porque ningún vecino puede salir tranquilo a hacer un mandado", concluyó Martínez, quien el domingo a las 6 de la mañana sufrió un nuevo atentado, que fue mucho más grave que el perpetrado hace un mes, porque se trató de una ráfaga de 30 detonaciones contra el móvil policial que estaba de custodia en el edificio que habita el directivo con su familia. Por el hecho hay dos personas detenidas, a las cuales no les encontraron ningún tipo de armas y para hoy está prevista la audiencia donde ambos quedarán imputados por la balacera.

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