Posteriormente, aclaró: "En realidad, a nosotros nos interceptaron en el estacionamiento del club,
fuimos amenazados e hicimos la denuncia cuando estaba con el presidente (Eduardo) Bermúdez y el vicepresidente (Cristián) D'Amico. Me parece que es fácil salir a responsabilizar a una persona que está hoy totalmente indefensa", reflexionó.
Y fue más duro al pedirle la renuncia a
Diego Maio, el coordinador de seguridad en eventos deportivos: "Lo que veo es que el señor Diego Maio
lo único que hace es operar en los medios, cuidan su sillita, el puestito y no hacen su trabajo, creo que debería renunciar. En el operativo de ayer en la cancha hicieron cualquier cosa, hablé con él por teléfono y terminamos discutiendo, porque me hablaba de los logros que se consiguieron", contó indignado.
Finalmente, agregó: "Ninguna de las causas están avanzando, ni el ataque anterior a mí, ni la muerte de las dos personas, una en la puerta del club, porque la semana pasada estuve hablando con los fiscales de cada causa.
No contienen a la víctima ni a su familia, salen a desprestigiarme y no estamos en elecciones. Ellos tienen que dar la cara a la sociedad porque es un desastre la seguridad en cualquier barrio de la ciudad porque ningún vecino puede salir tranquilo a hacer un mandado", concluyó Martínez, quien el domingo a las 6 de la mañana sufrió un nuevo atentado, que fue mucho más grave que el perpetrado hace un mes, porque se trató de
una ráfaga de 30 detonaciones contra el móvil policial que estaba de custodia en el edificio que habita el directivo con su familia. Por el hecho hay dos personas detenidas, a las cuales no les encontraron ningún tipo de armas y para hoy está prevista la audiencia donde ambos quedarán imputados por la balacera.
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