Con un poco de sufrimiento, como siempre le viene pasando, River mantuvo la tónica ganadora que agarró en la última semana con el tremendo festejo ante Boca en la Supercopa. Qué cambió para este momento de felicidad tras las frustraciones de semanas anteriores.

1-

La presión alta, un sello letal de los equipos de Gallardo, estaba ausente y luego del envión anímico de ganarle a Boca, a los pocos minutos frente a Belgrano esa táctica le dio un gol. Lo hizo Pity Martínez con un gesto mágico, pero la historia llegó porque hubo cinco jugadores presionando en el borde del área grande en la salida de un lateral defensivo. El gol valió mucho pero el detalle de su concepción s para destacar porque es algo clave para Gallardo. Cuando lo tuvo que dar vuelta con esa misma arma consiguió cambiar una mala que se estaba viniendo cuando empató Belgrano.

2-

Los cambios de actitud y las notables mejoras de rendimientos de algunos jugadores muy importantes en el sistema de juego. En principio la vuelta del Pity Martínez luego de cuatro partidos afuera tiene correspondencia con los tres triunfos consecutivos y, en contrapartida, las derrotas en su ausencia certifican su importancia. El otro nombre de peso que ya había jugado muy bien en el empate ante Chacarita y que fue cuidado en Patronato, Nacho Fernández, no sólo fue de lo mejor ante Boca esta vez ante Belgrano mantuvo el nivel, no se relajó y manejó los hilos del equipo. Dos nombres claves para esta levantada desde el juego y claramente no debió sufrir.

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3-

Los pocos cambios, mantener una base de equipo para que tenga continuidad fueron aspectos que le dieron sustento a un gran partido que confirmó que el gran triunfo ante Boca no fue casual. Necesitaba Gallardo poder repetir un equipo que sólo fue retocado por la baja de Montiel lesionado y jugó Mayada el mismo que entró ante Boca. Desde el inicio del semestre, como Gallardo no encontraba en equipo, fue un festival de cambios. Entraban y salían jugadores sin que ninguno se pueda ganar el puesto. Al parecer ganar la final del superclásico pudo haberle dado al Muñeco el equipo que tanto buscó.

4-

Tiene Gallardo en la ofensiva lo que tanto le gusta: la competencia para que los titulares sean mejores con la ayuda de los suplentes. Scocco es el ejemplo y no sólo porque volvió a anotar sin porque estando en el banco le mete mucha presión a Mora y Pratto. La dupla titular sabe que no se puede relajar y que lo peor que puede pasar es que se sientan titulares. Si bien Mora tuvo un buen partido y Pratto pelea y genera mucho, por ahora el que viene derecho para el gol es Scocco, el máximo artillero del equipo incluso entrando en los segundos tiempos.

5-

La cuestión anímica es otra variante fuerte. En otros momentos, partidos como el jugado ante Belgrano, no lo daba vuelta. Los buenos pasajes en partidos pasados se desinflaban y por eso no ganó ante Chacarita por ejemplo o contra Huracán o contra Godoy Cruz. Aquellos puntos perdidos esta vez fueron ganados y está a la vista que tuvo como pariente directo a lo conseguido en Mendoza ante Boca. Los grandes triunfos traen buenas rachas y River que lo necesitaba, lo alcanzó y ante Belgrano lo disfrutó ante su gente para quedar a solo 9 puntos de un lugar en la copa.

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