Hernán Galíndez, quien enfrentó a Leo de chico estando en las formativas de Rosario Central, reveló cómo lo llamaban los rivales que no sabían su nombre pero ya conocían su talento.
Entre 1994 y 1999, mucho antes de ganarse el mote de mejor jugador de la historia del fútbol, Lionel Messi brillaba en las inferiores de Newell's, donde desplegó su magia y efectividad, llegando a marcar 234 goles en 176 partidos durante esos años. Mucho no se sabe de estos primeros pasos de Leo, pero ahora revelaron un apodo que tenía que era desconocido.
Hernán Galíndez, actual arquero de Huracán y de la Selección de Ecuador, conoció a Messi cuando lo enfrentaba como integrante de las inferiores de Rosario Central. El guardameta es categoría 87 al igual que la Pulga y tuvieron distintos cruces cuando Leo era parte de la Lepra y Hernán del Canalla.
“Messi jugaba con la 10 de Newell’s y con las de muchos equipos...”, relató en una entrevista con ESPN. “Todos los equipos que querían salir campeones, lo llamaban a él. Esa es la verdad”, explicó el arquero, quien se consolidó en el club de Parque Patricios.
Galíndez aseguró que enfrentó “muchas veces” a Messi “de chiquito”. “Durante el Baby‚ hasta la edad que él se fue, muchas veces. Se nombraba... Siempre le decían ‘El Colorado que juega con la 10’, el ‘Coloradito que juega con la 10′. Cuando te decían eso, arrancabas 3-0 abajo“, recordó sobre el apodo con el que lo habían bautizado los rivales que no conocían su nombre, pero ya sabían de su talento.
“Era una bestia. Hay videos que se ven y era de esa forma. Era algo llamativo para nuestra edad que alguien maneje la pelota así. Era muy raro. Donde se ve, uno de los inicios, de una camiseta blanca con anaranjado, se llama Abanderado Grandoli. Eso también estaba muy cerca de mi casa y de la de mis abuelos. Ahí también nos enfrentábamos. El primer recuerdo que tengo de atajar, de un gol, me lo hizo él. Pasó a cinco compañeros e incluyéndome a mí”, rememoró.
“Después haberlo enfrentado otra vez de grande me dio mucho orgullo”, expresó ante la oportunidad de chocar con Messi a nivel selecciones. “Nunca fuimos amigos, ni compañeros. Él fue compañero de Leo Campana (delantero ecuatoriano), que es compañero mío de habitación en la Selección", agregó.
Durante los distintos Argentina-Ecuador que disputó, Galíndez también se reencontró con un viejo compañero de inferiores de Rosario Central: Ángel Di María: “Es un año más chico que yo, nos cruzamos muchas veces. Muchas veces jugó para la 87 también. Vi su llegada a Primera desde adentro".
"La primera vez que lo volví a ver fue en la Copa América de Brasil (2019). Él estaba en el banco. Sabía que estaba, pero digo este flaco jugó en cuatro países, ¿se acordará de mí? Y cuando voy caminando me gritó ‘gordito’. Dije sigue siendo el mismo. Entró en ese partido que nos ganan 3-0. Después del partido vino y me abrazó. Me dijo: ‘Mirá dónde llegaste...’. Estaba mal porque nos habían eliminado de la Copa América y él me dijo ‘cambiemos la camiseta’. Capaz de lo mal que estaba me hubiese olvidado de cambiarle la camiseta y me hubiese arrepentido toda la vida", concluyó el arquero.
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