Con gol de Carlos Sierra, a los 10 minutos de iniciado el partido por el grupo G, el conjunto local se impuso ante Independiente. Los de Holan volvieron al certamen continental después de siete años sin participar

Debutar con el más débil era, para Independiente, una buena circunstancia teniendo en cuenta el nivel del resto de los integrantes del Grupo G. Pero no sólo no lo aprovechó: jugó uno de sus peores partidos en la era Holan y perdió con el humilde Deportivo Lara que, entre otras desventajas, tiene 104 años menos de vida.

Fue un debut nefasto. Y es que Independiente salió a jugar en la modalidad “práctica liviana” y, con el correr de los minutos, terminó pagando precio de esa mala decisión porque nunca pudo cambiar el interruptor para reencontrarse con su funcionamiento habitual.

Al trote, con displicencia, Deportivo Lara, que había salido dispuesto a hacer circular la pelota con claridad, le pegó un cachetazo prematuro: iban apenas 11 minutos cuando Sierra apareció sólo sobre el segundo palo y, de zurda, metió la pelota en el arco de un Campaña desprotegido por su defensa.

Independiente creyó que, entonces, iba a reaccionar. Pero nunca logró hacer pie en un terreno que ni siquiera por sus malas condiciones alcanzó a transformarse en excusa de todo lo malo que hizo el equipo. Tuvo, es cierto, un par de aproximaciones en las que pudo empatar: un cabezazo increíble Gaibor, solo abajo del arco, que se fue alto después de un centro de Sánchez Miño y un remate de Benítez que el arquero local manoteó al corner.

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Peso esas llegadas no alcanzaron como para hablar de una reacción del Rojo que, encima, un rato después vio cómo Campaña debía esforzarse para taparle el segundo a Soto.

La charla del entretiempo, evidentemente, tampoco sirvió para refrescar las ideas del equipo de Holan. Hubo en el segundo tiempo algunos intentos con riesgo, pero todos consecuencia del amor propio; el juego asociado seguía tan ausente como la precisión. Benítez tiró un derechazo cerca, el arquero le tapó un zapatazo a Sánchez Miño y, sobre la línea, Sierra salvó un tiro del Burrito Martínez quien, junto con Leandro Fernández, fueron las caras de refresco a las que apostó el DT pero que tampoco aportaron claridad.

Así, poco a poco, el partido fue ingresando en un sendero chato y sin retorno. Incluso, sobre el final, Reyes estrelló la pelota en el travesaño, con lo que el papelón pudo haber terminado con cifras más abultadas.

Ganó Deportivo Lara y, en el balance general, hay que decir que estuvo bien porque hizo un plan y lo llevó a cabo con orden y efectividad. Para Independiente, una noche tan oscura como la camiseta alternativa que utilizó en Venezuela y que lo deja mal parado (último en el grupo) en el arranque de la Copa Libertadores que tanto esperó. Mal en lo individual y muy lejos del rendimiento que su entrenador supo imprimirle, con el agravante de haber enfrentado al más débil de los adversarios de esta ronda inicial. Lo único a favor, es que le quedan cinco juegos para mejor su imagen. No será una tarea difícil, porque peor no podrá jugar.

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