Las diferencias públicas entre Diego Armando Maradona y la nueva dirigencia de Boca -sobre todo con Juan Román Riquelme, el otro gran ídolo Xeneize- hicieron que se hablara mucho sobre cómo sería su regreso a la Bombonera.
Pero a los hinchas poco les importó el lío mediático y recibieron al mejor jugador de todos los tiempos con la alegría y la euforia que ameritaba su presencia en una cancha en la que brilló en la temporada 1981/1982.
Además de la fiesta en las tribunas, el club agasajó al Diez con una plaqueta y una camiseta con su nombre, las cuales fueron otorgadadas por dos viejos conocidos: Miguel Ángel Brindisi y Hugo “el Pelado” Perotti.
Durante este recibimiento, Maradona recorrió el césped y se notó su agradecimiento hacia todo el Estadio Alberto J. Armando.
Carlos Tevez cumplió con su palabra, y recibió al entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata con el cariño que había prometido al principio de la semana.
"Obvio que lo voy a abrazar el domingo. Le doy mi camiseta, lo que él quiera. Para Diego, todo", dijo.
Frente a este gesto, Maradona también hizo lo que había anunciado: darle un pico a quien considera un amigo.
La buena relación entre ambos se remonta al debut de Carlitos en la primera de Boca, pero tanto el técnico como el futbolista coinciden en que su relación se consolidó durante el Mundial 2010. Esta noche quedó demostrado que el afecto se mantiene intacto.
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